quarta-feira, 16 de setembro de 2009

CORNÉLIO e CIPRIANO, Santos (e outros) – 16 de Setembro

Cornélio e Cipriano, Santos
Mártires, Setembro 16

Cornelio  y Cipriano, Santos

Cornélio e Cipriano, Santos

Mártires

Martirológio Romano: Memória dos santos Cornélio, papa, e Cipriano, bispo, mártires, acerca dos quais em catorze de Setembro se relata a sepultura do primeiro e a paixão do segundo. Juntos são celebrados nesta memória pelo orbe cristão, porque ambos testemunharam, em dias de perseguição, seu amor pela verdade indefectível ante Deus e o mundo (252, 258).

Vítimas ilustres da perseguição de Valeriano, respectivamente em Junho de 253 e em 14 de Setembro de 258, são o Papa Cornélio e Cipriano o bispo de Cartago, cujas memórias aparecem unidas nos antigos livros litúrgicos de Roma desde meados do século IV. Sua história, com efeito, se entrelaça, ainda que sobressai mais a imagem do grande bispo africano.

São Cipriano
Nascido no ano 200 em Cartago (África), se converteu ao cristianismo quando era maior de 40 anos. Sua maior inspiração foi um sacerdote chamado Cecilio. Uma vez baptizado descobriu a força do Espírito Santo capacitando-o para ser um homem novo. Se consagrou ao celibato.
Teve um grande amor ao estudo das Sagradas Escrituras pelo que renunciou a livros mundanos que antes lhe eram de grande agrado. 
É  famoso seu comentário do Pai Nosso.
Fue ordenado obispo por aclamación popular, el año 248, al morir el obispo de Cartago. Quiso resistir pero reconoció que Dios le llamaba. "Me parece que Dios ha expresado su voluntad por medio del clamor del pueblo y de la aclamación de los sacerdotes". Fue gran maestro y predicador.
En el año 251, el emperador Decio decreta una persecución contra los cristianos, sobre todo contra los obispos y libros sagrados. Muchos cristianos, para evitar la muerte, ofrecen incienso a los dioses, lo cual representa caer en apostasía.
Cipriano se esconde pero no deja de gobernar, enviando frecuentes cartas a los creyentes, exhortándoles a no apostatar. Cuando cesó la persecución y volvió a la ciudad se opuso a que permitieran regresar a la Iglesia a los que habían apostatado sin exigirles penitencia. Todo apóstata debía hacer un tiempo de penitencia antes de volver a los sacramentos. Esta práctica no era para el bien del penitente que de esta forma profundizaba su arrepentimiento y fortalecía su propósito de mantenerse fiel en futuras pruebas. Esto ayudó mucho a fortalecer la fe y prepararse ya que pronto comenzaron de nuevo las persecuciones.
El año 252, Cartago sufre la peste de tifo y mueren centenares de cristianos. El obispo Cipriano organiza la ayuda a los sobrevivientes. Vende sus posesiones y predica con gran unción la importancia de la limosna.
El año 257 el emperador Valeriano decreta otra persecución aun mas intensa. Todo creyente que asistiera a la Santa Misa corre peligro de destierro. Los obispos y sacerdotes tienen pena de muerte celebrar una ceremonia religiosa. El año 157 decretan el destierro de Cipriano pero el sigue celebrando la misa, por lo que en el año 258 lo condenan a muerte.
Actas del juicio:
Juez: "El emperador Valeriano ha dado órdenes de que no se permite celebrar ningún otro culto, sino el de nuestros dioses. ¿Ud. Qué responde?"
Cipriano: "Yo soy cristiano y soy obispo. No reconozco a ningún otro Dios, sino al único y verdadero Dios que hizo el cielo y la tierra. A El rezamos cada día los cristianos".
El 14 de septiembre una gran multitud de cristianos se reunió frente a la casa del juez. Este le preguntó a Cipriano: "¿Es usted el responsable de toda esta gente?"
Cipriano: "Si, lo soy".
El juez: "El emperador le ordena que ofrezca sacrificios a los dioses".
Cipriano: "No lo haré nunca".
El juez: "Píenselo bien".
Cipriano: "Lo que le han ordenado hacer, hágalo pronto. Que en estas cosas tan importantes mi decisión es irrevocable, y no va a cambiar".
El juez Valerio consultó a sus consejeros y luego de mala gana dictó esta sentencia: "Ya que se niega a obedecer las órdenes del emperador Valeriano y no quiere adorar a nuestros dioses, y es responsable de que todo este gentío siga sus creencias religiosas, Cipriano: queda condenado a muerte. Le cortarán la cabeza con una espada".
Al oír la sentencia, Cipriano exclamó: "¡Gracias sean dadas a Dios!"
Toda la inmensa multitud gritaba: "Que nos maten también a nosotros, junto con él", y lo siguieron en gran tumulto hacia el sitio del martirio.
Al llegar al lugar donde lo iban a matar Cipriano mandó regalarle 25 monedas de oro al verdugo que le iba a cortar la cabeza. Los fieles colocaron sábanas blancas en el suelo para recoger su sangre y llevarla como reliquias.
El santo obispo se vendó él mismo los ojos y se arrodilló. El verdugo le cortó la cabeza con un golpe de espada. Esa noche los fieles llevaron en solemne procesión, con antorchas y cantos, el cuerpo del glorioso mártir para darle honrosa sepultura.
A los pocos días murió de repente el juez Valerio. Pocas semanas después, el emperador Valeriano fue hecho prisionero por sus enemigos en una guerra en Persia y esclavo prisionero estuvo hasta su muerte.
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Cornelio havia sido eleito Papa em 251, depois de um largo período de sede vacante, por causa da terrível perseguição de Décio. Sua eleição não foi aceite por Novaciano, que acusava o Papa de ser um liberático. Cipriano, e com ele os bispos africanos, se pôs do lado de Cornélio.
O imperador Galo confinou o Papa em Civitavecchia, onde morreu.

 

Cornelio  y Cipriano, Santos

Cornelio e Cipriano, Santos

Fue enterrado en las catacumbas de Calixto. Cipriano, a su vez, fue relegado en Capo Bon, pero cuando supo que habia sido condenado a la pena capital, regresó a Cartago, porque quería dar su testimonio de amor a Cristo frente a toda su grey. Fue decapitado el 14 de septiembre del 258. Los cristianos de Cartago pusieron pañuelos blancos sobre su cabeza para conservarlos, así manchados de sangre, como reliquias preciosas. El emperador Valeriano, al hacer decapitar al obispo Cipriano y al Papa Esteban, inconscientemente puso fin a una disputa entre los dos sobre la validez del bautismo administrado por herejes, no aceptada por Cipriano y afirmada por el pontífice.

Juan Macías, San
Dominicano, Setembro 16

O pai dos pobres

Martirológio Romano: Em Lima, no Peru, S. Juan Macías, religioso dominicano, que, dedicado por muito tempo a ofícios humildes, atendeu com diligência a pobres e enfermos e rezou assiduamente o Rosário pelas almas dos defuntos (1645).
Etimologia: Juan = Deus é misericórdia. Vem da língua hebraica.


Nació en Rivera de Fresno, en Extremadura, España, el 2 de marzo de 1585. Era muy niño cuando sus padres murieron, quedando él bajo el cuidado de un tío suyo que lo hizo trabajar como pastor. Después de un tiempo conoció a un comerciante con el cual comenzó a trabajar, en 1616 el mercader viajó a América y Juan junto con él.
Llegó primero a Cartagena y de ahí decidió dirigirse al interior del Reino de Nueva Granada, visitó Pasto y Quito, para llegar finalmente al Perú donde se instalaría por el resto de su vida. Recién llegado obtuvo trabajo en una hacienda ganadera en las afueras de la capital y en estas circunstancias descubrió su vocación a la vida religiosa. Después de dos años ahorró un poco de dinero y se instaló definitivamente en Lima.
Repartió todo lo que tenía entre los pobres y se preparó para entrar a la Orden de Predicadores como hermano lego en el convento de dominicos de Santa María Magdalena donde había sido admitido. El 23 de enero de 1622 tomó los hábitos.
Su vida en el convento estuvo marcada por la profunda oración, la penitencia y la caridad. Por las austeridades a las que se sometía sufrió una grave enfermedad por la cual tuvo que ser intervenido en una peligrosa operación. Ocupó el cargo de portero y este fue el lugar de su santificación. El portón del monasterio era el centro de reunión de los mendigos, los enfermos y los desamparados de toda Lima que acudían buscando consuelo. El propio Virrey y la nobleza de Lima acudían a él en busca de consejos.
Andaba por la ciudad en busca de limosna para repartir entre los pobres. No se limitaba a saciar el hambre de pan, sino que completaba su ayuda con buenos consejos y exhortaciones en favor de la vida cristiana y el amor a Dios.
Murió el 16 de setiembre de 1645 y fue canonizado el 28 de setiembre de 1975 por Pablo VI.

Cipriano, Santo
Bispo e Mártir, 16 de Setembro

Bispo e Mártir

Martirológio Romano: Em Cartago, da África romana, paixão de S. Cipriano, bispo muito esclarecido em santidade e doutrina, que governou sabiamente a Igreja em tempos difíceis, consolidando a fé dos cristãos no meio de tribulações, e imperando Galieno, depois de sofrer um penoso exílio, consumou sua fé no martírio, decapitado por ordem do procônsul, ante grande concorrência de povo.
Memória dos santos Cornelio, papa, e Cipriano, bispo, mártires, acerca dos quais em catorze de Setembro se relata a sepultura do primeiro e a paixão do segundo. Juntos são celebrados nesta memória pelo orbe cristão, porque ambos testemunharam, em dias de perseguição, seu amor pela verdade indefectível ante Deus e o mundo (252, 258).

Se cuenta que en el año 258 salió un decreto del emperador en que ordenaba perseguir y matar a los cristianos. Vino también la orden expresa de juzgar al obispo Cipriano.
Algunos cristianos le aconsejaron huir, pero él respondió:
- Conviene que un obispo confiese al Señor en su ciudad, y deje al pueblo el recuerdo de su testimonio.
Fue condenado a muerte por la espada. Inmediatamente después de la sentencia, el condenado fue conducido al lugar del suplicio. Se despojó de su manto, y se arrodilló y rezó.
Él mismo, se vendó los ojos y ofreció las manos para ser atadas. Después pronunció como últimas palabras:
- ¡Gracias a Dios!

Eufémia de Calcedónia, Santa
Mártir, Setembro 16

Eufemia de Calcedonia, Santa

Eufémia de Calcedónia, Santa

Mártir

Martirológio Romano: Em Calcedónia, de Bitinia (hoje Turquia), santa Eufémia, mártir; que, segundo tradição, depois de sofrer várias torturas sob o imperador Diocleciano e o procônsul Prisco, no final de seu combate alcançou a coroa da glória (c. 303).
Etimologia: Eufémia = de boa palavra. Vem da língua grega.


Santa Eufémia era hija de un respetable hombre de Calcedonia, cerca de Constantinopla. En la época de Dioclesiano, fue tomada prisionera, torturada, y finalmente arrojada a los leones. Por lo general, se la representa con la palma del martirio, la rueda y a su lado, uno o más leones.
Cristianos devotos recogieron su cuerpo y lo llevaron a Constantinopla, donde el Emperador Constantino hizo edificar una iglesia en su honor. Su sarcófago permaneció allí hasta que llegaron los iconoclastas, en el 800. De acuerdo a la tradición, una noche de tormenta, el sarcófago desapareció de Constantinopla, y el 13 de Julio de 800 llegó a la costa de Rovinj. Fue recogido por un joven, que, arrastrándolo con la ayuda de dos caballos, lo llevó hasta la iglesia de San Francisco. La aparición del sarcófago se consideró milagrosa, de modo que los habitantes empezaron a venerar a la santa como su Patrona.
El sarcófago data del siglo III, es de mármol, pero está sin terminar. Tiene más o menos 208 cm. de largo, 195 cm. de altura y 95 cm de ancho. Dentro se guardan los huesos de la santa, envueltos en fina tela dorada.
Santa Eufemia fue martirizada en Calcedonia. La fecha exacta de su martirio parece haber sido el 16 de septiembre del 303. El concilio de Calcedonia tuvo gran influencia en la difusión del culto de datos sobre esta santa. Desde entonces, su fiesta se fue extendiendo gradualmente por toda la cristiandad y le fueron dedicadas muchas iglesias.
Se la declaró protectora de la ortodoxia
Esta fiesta figura en Occidente en el Martirologio Geronimiano (cf. Comm. Martyr. Hieron., pp. 368, 380) en el Calendario marmoreo de Nápoles (ed. D. Mallardo, Roma 1947, pp. 23, 162), y en Oriente, aparece en todos los calendarios. El Sinasario Costantinopolitano (coll, 811 - 13) cuenta un milagro muy particular, que se recuerda en esta fiesta: las dos profesiones de fe, la ortodoxa y la euquiana, fueron colocadas sobre el pecho de la santa, en su tumba. Después de algunos días, reabierta la tumba que había sido debidamente sellada, se encontró el texto herético en los pies de la mártir, mientras que el ortodoxo estaba en sus manos.
No faltan textos sobre la Santa, anteriores al concilio, que pueden gozar de un mayor crédito, no solamente por ser más antiguos, sino también por no encontrarse marcados por la entusiasta devoción que el triunfo de la ortodoxia de Calcedonia arrojó sobre la mártir.
Las reliquias de la Santa Eufemia se conservan en el Duomo de Rovigno d´Istria (Croazia).

Victor III, Beato
CLVIII Papa, Setembro 16

CLVIII Papa

Martirológio Romano: Em Montecassino, trânsito de beato Victor III, papa, que, depois de reger sabiamente durante trinta anos o célebre mosteiro e enriquecê-lo magnificamente, foi eleito para governar a Igreja romana (1087).


El joven que habría de llegar a Papa con el nombre de Víctor III, era conocido en la vida secular como Daufar y pertenecía a la familia lombarda de los duques de Benevento.
Como era el hijo único, su padre se mostraba ansioso para que contrajera matrimonio y le diera nietos, pero Daufar, cuya "nobleza de alma era mayor que la de su nacimiento", sentía en su fuero interno la certeza de que estaba llamado para servir a Dios como monje.
En el año de 1047, su padre perdió la vida en el campo de batalla y Daufar, que por entonces tendría unos veinte años, aprovechó la oportunidad para desligarse de la familia e irse a vivir con un ermitaño. Pero sus parientes le encontraron, forcejearon con él hasta el extremo de desgarrarle el hábito que vestía y, a fin de cuentas, le obligaron a volver con ellos a su casa de Benevento. Ahí se le mantuvo bajo estrecha vigilancia, pero al cabo de doce meses de encierro, consiguió escapar y huyó para refugiarse en el monasterio de La Cava. Por fin, su familia aceptó el hecho irrefutable de su vocación y le permitió que realizara sus deseos, con la única condición de abandonar el monasterio de La Cava para ingresar en la abadía de Santa Sofía, en Benevento.
Daufar accedió y, al entrar en el convento, su nuevo abad le dio el nombre de Desiderio. Transcurrieron algunos años sin que el joven monje encontrara el camino que buscaba: estuvo en un monasterio de una isla en el Adriático, estudió medicina en Salerno y fue ermitaño en los Abruzos.
Sin embargo, ya para entonces había atraído la atención favorable del Papa San León IX y, alrededor del año 1054, lo hizo ir a Roma. Ahí se quedó durante el reinado del papa Víctor II y ahí conoció a los monjes de Monte Cassino que le impresionaron de tal manera, que no tardó en hacer una peregrinación a la cuna de la orden de los benedictinos y acabó por unirse a la comunidad. En el año de 1057, el Papa Esteban llamó a Daufar a Roma, con la intención de enviarle como delegado a Constantinopla.
El Papa Esteban había sido abad en Monte Cassino y había retenido el cargo al ser elegido como Pontífice; pero, por aquel entonces estaba enfermo y, como creía que no iba a tardar mucho en llegar su muerte, decidió que se realizara sin tardanza la elección de su sucesor. La votación favoreció por unanimidad a Daufar, es decir al monje Desiderio. Este partió de todas maneras hacia el oriente para ocupar su puesto de delegado pontificio en Constantinopla, pero apenas había llegado a la ciudad de Bari, cuando le notificaron la muerte del Papa Esteban y tuvo que regresar. En Roma surgió una disputa en cuanto a la sucesión al trono de San Pedro y, durante la misma, Desiderio apoyó la elección de Nicolás II, que asumió el cargo, pero antes de autorizar a Desiderio para que se reintegrara a su monasterio de Monte Cassino, le consagró cardenal.
Desiderio fue uno de los grandes abades de Monte Cassino y, durante su gobierno, el famoso monasterio alcanzó el pináculo de su gloria. Primero, hizo reconstruir la iglesia y, después, todo el conjunto de edificios que dispuso en una escala más amplia y conveniente de la que había adoptado San Petronax y el abad Aligerno al restaurar la abadía después de los saqueos y destrucciones de los lombardos y los sarracenos. Embelleció de manera muy especial la basílica; "recurrió a las influencias y al dinero" y, no sólo hizo traer los mejores materiales de Roma, sino que contrató a los más diestros trabajadores de Lombardía, Amalfi y la misma Constantinopla. Gracias a esa combinación de las escuelas arquitectónicas de Lombardía y de Bizancio, surgieron en Monte Cassino nuevas formas y motivos de decoración, en la construcción, los mosaicos, los ornamentos, las pinturas y la iluminación; los mismos monjes de la abadía pusieron sus conocimientos y sus habilidades al servicio de la magna obra. Toda aquella magnificencia no era un vano exhibicionismo ni se había hecho para hospedar a "devotos hipócritas de fervor externo." La virtud entre los monjes de Monte Cassino se arraigó todavía más, y su número aumentó a doscientos y el abad Desiderio insistió y cuidó de que todos se sometieran a la más estricta observancia de la regla. Entre los que se sintieron atraídos hacia el monasterio figuraba Constantino Africano, el más notable de los médicos de la antigua escuela de Salerno y amigo personal de Desiderio.
Por otra parte, las construcciones y decoraciones dieron un trabajo material continuo y bien remunerado a numerosos trabajadores, artistas y artesanos. Desde entonces, el scriptorium de Cassino fue famoso por los libros que ahí se copiaban y por las iluminaciones e ilustraciones. Además de abad y cardenal, Desiderio era vicario papal para Campania, Apulia, Calabria y Capua, y la Santa Sede tenía tanta consideración y confianza hacia él, que le autorizó a nombrar prelados para los obispados vacantes y las abadías sin superior.
El Papa San Gregorio VII utilizó con mucha frecuencia a Desiderio corno su intermediario ante los normandos en Italia. No obstante que era de un tipo opuesto al de Gregorio, por la dulzura de su carácter, se mostró siempre corno un decidido y aun enérgico defensor del papado contra las ambiciones del emperador; es muy posible que su nombre haya sido uno de los que pronunció San Gregorio en su lecho de muerte, como posible sucesor. Cuando el Pontífice murió, Desiderio huyó de prisa de Roma y se refugió en Monte Cassino para evitar su elección, pero, en el mes de mayo de 1086, fue elegido por aclamación y se le impuso la roja capa pluvial pontificia en la iglesia de Santa Lucía para que reinara con el nombre de Víctor. Cuatro días más tarde, surgió una oposición que le brindó la oportunidad para huir de nuevo a Monte Cassino, donde dejó de lado las insignias pontificias y no se dejó convencer para ocupar el cargo hasta la Pascua del año siguiente. La sede de Roma se hallaba ocupada por entonces por el antipapa impuesto por el emperador, Guiberto de Ravena ("Clemente III"). Pero las fuerzas normandas consiguieron sacarlo de San Pedro durante el tiempo suficiente para que Víctor fuese consagrado ahí. Inmediatamente después de su consagración, partió al monasterio.
Pocas semanas más tarde, volvió a Roma, por última vez, cuando la condesa Matilde de Toscana se esforzaba por desalojar a Guiberto. Aquel Papa, tan amante de la paz y tan enfermo que rara vez podía celebrar la misa, no estaba capacitado para ver a su ciudad apostólica convertida en un campo de batalla y, hacia fines del verano, la abandonó para siempre. Después de un sínodo que él presidió en Benevento, fue llevado agonizante a su monasterio. Tendido en un camastro en la casa capitular, dio las últimas instrucciones a sus monjes y recomendó a Eudes, el cardenal obispo de Ostia, para que ocupase la sede apostólica. Murió dos días después, el 16 de septiembre de 1087. Había sido Papa durante cuatro meses. El culto al Beato Víctor III fue aprobado por el Papa León XIII, quien agregó su nombre al Martirologio Romano

 

http://es.catholic.net/santoral

Recolha, transcrição e tradução incompleta de António Fonseca

terça-feira, 15 de setembro de 2009

Ano Sacerdotal

Padre Nélio Pita

Recolha e transcrição do vídeo acima, através do site http://ecclesia.pt/ na rubrica Ano Sacerdotal, que foi transmitida pelo programa 70 x 7, da Rtp2

por António Fonseca

NOSSA SENHORA DAS DORES + SANTOS (e outros) – 15 de Setembro

Nossa Senhora das Dores
Setembro 15 

Sob o título da Virgem da Soledade (ou Solidão) ou das Dores se venera a Maria em muitos lugares, 15 de Setembro

Nuestra Señora de los Dolores

Nossa Senhora das Dores

15 de Setembro

Os Evangelhos mostram a Virgem Santíssima presente, com imenso amor e dor de Mãe, junto a cruz no momento da morte redentora de seu Filho, unindo-se a seus padecimentos e merecendo por isso o título de Corredentora.
A representação pictórica e iconográfica da Virgem Dolorosa move o coração dos crentes a apreciar o valor da redenção e a descobrir melhor a malícia do pecado.
Sob o título da Virgem da Soledade ou das Dores se venera a Maria em muitos lugares.


Um pouco de história
Sob o título da Virgem da Soledade ou das Dores se venera a Maria em muitos lugares. A festa de nossa Senhora das Dores se celebra em 15 de Setembro e recordamos nela os sofrimentos porque passou Maria ao longo de sua vida, por haver aceitado ser a Mãe do Salvador.
Este dia se acompanha a Maria em sua experiência de uma muito profunda dor, a dor de uma mãe que vê a seu amado Filho incompreendido, acusado, abandonado pelos temerosos apóstolos, flagelado pelos soldados romanos, coroado com espinhos, cuspido, esbofeteado, caminhando descalço debaixo de um madeiro espinhento ou e muito pesado até ao monte Calvário, onde finalmente presenciou a agonia de sua morte numa cruz, cravado de pés e mãos.
Maria tira sua fortaleza da oração e da confiança em que a Vontade de Deus é o melhor para nós, ainda que nós não a compreendamos. 
É Ela quem, com sua companhia, sua fortaleza e sua fé, nos dá força nos momentos de dor, nos sofrimentos diários. Peçamos-lhe a graça de sofrer unidos a Jesus Cristo, em nosso coração, para assim unir os sacrifícios de nossa vida aos de Ela e compreender que, na dor, somos mais parecidos a Cristo e somos capazes de amá-lo com maior intensidade.


¿Que nos ensina a Virgem das Dores?
A imagem da Virgem Dolorosa nos ensina a ter fortaleza ante os sofrimentos da vida. Encontremos n’Ella uma companhia e uma força para dar sentido aos próprios sofrimentos.


Cuida tua fé:
Alguns te dirão que Deus não é bom porque permite a dor e o sofrimento nas pessoas. O sofrimento humano é parte da natureza do homem, é algo inevitável na vida, e Jesus nos ensinou, com seu próprio sofrimento, que a dor tem valor de salvação. O importante é o sentido que nós lhe demos.
Devemos ser fortes ante a dor e oferecê-lo a Deus pela salvação das almas. Deste modo poderemos converter o sofrimento em sacrifício (sacrum-facere = fazer algo sagrado). Isto nos ajudará a amar mais a Deus e, além disso, levaremos a muitas almas ao Céu, unindo nosso sacrifício ao de Cristo.


Oração:
Maria, tu que passaste por uma dor tão grande e um sofrimento tão profundo, ajuda-nos a seguir teu exemplo ante as dificuldades de nossa própria vida.


Se queres saber mais, visita a página de EWTN na qual encontrarás formosas meditações acerca da dor e as orações tradicionais desta data.

Virgem das Dores por Jesús Martí Ballester

“E a ti uma espada te atravessará o coração” (Lucas 2,35)

Foi no momento da cruz. Se cumpriram as palavras proféticas de Simeão, como atesta o Vaticano II: “Maria ao pé da cruz sofre cruelmente com seu Filho único, associada com coração maternal a seu sacrifício, dando o consentimento de seu amor, à imolação da vítima, nascida de sua própria carne,”. Por isso, a Igreja, depois de haver celebrado ontem a festa da exaltação da Cruz, recorda hoje a Virgem das Dores, a Mãe Dolorosa, também exaltada, pelo mesmo, que humilhada com seu Filho. Quanto mais intimamente se participa na paixão e morte de Cristo, mais plenamente se tem parte também em sua exaltação e glorificação. Viu a seu Filho sofrer e ¡quanto! Escutou uma a uma suas palavras, o olhou compassiva e compreensiva, chorou com Ele lágrimas ardentes e amargas de dor suprema, esteve atenta aos estertores de sua agonia, retumbou em seus ouvidos e se estrelou em seu coração o desgarrado grito de seu Filho a Deus: “¿porque me abandonastes?, ouviu os insultos, comprovou a alegria de seus inimigos remoçando no rosto iracundo dos sacerdotes e do sumo Anás e de Caifás, encanto balanceavam suas tiaras, e dos Sandritas, que se regozijavam em sua aparente vitória, contemplou como ia perdendo a cor Jesus, seu querido filho...
Seu Filho agoniza sobre aquele madeiro como um condenado. “Desprezável dos homens, varão de dores, desprezável e não foi a obediência da fé de Maria ante os «insondáveis desígnios» de Deus! ¡Como se «abandona em Deus» sem reservas, «prestando a homenagem do entendimento e da vontade» a aquele, cujos «caminhos são inescrutáveis»! (Rom 11, 33). E à vez ¡quão poderosa é a acção da graça em sua alma, quão penetrante é a influência do Espírito Santo, de sua luz e de sua força!

A SUSTEVE O PAI
Humanamente não se podia suportar tanta angústia. O Pai amoroso a teve que suster em pé. Enquanto seu Filho extenuado expirava, seu coração imaculado e amantíssimo sangrava a jorros, suas mãos impotentes para o acariciar, para o aliviar se estremeciam de dor e de pena horrorosa e sua alma dulcíssima estava mais amarga que a de nenhuma mãe no transcorrer dos séculos tenha estado e estará. ¡Quanta dor, pobre Mãe! ¡Que parto da igreja tão doloroso e tão diferente daquela noite de Belém! Ao fim, inclinou a cabeça e o Filho expirou. E nascemos nós. “Mulher, aí tens a teu filho”. Por isso o Pai te exaltou à direita de teu Filho, assumpção em corpo e alma. Quanto maior foi tua dor, maior é tua vitória.


O CONCILIO VATICANO II 
O Concilio Vaticano II há dado nova luz sobre a Mãe de Cristo na vida da Igreja. «A Bem-aventurada Virgem, pelo dom da maternidade divina, com que está unida ao Filho Redentor, e por suas singulares graças e dons, está unida também intimamente à Igreja. A Mãe de Deus é tipo da Igreja em  ordem da fé, da caridade e da união com Cristo». Maria permanece, desde o começo, com os apóstolos à espera de Pentecostes e, através das gerações está presente em meio da Igreja peregrina mediante a fé e como modelo da esperança que não engana (Rom 5, 5).


MARIA MÃE, IMAGEM DA IGREJA
Maria acreditou que se cumpriria o que lhe havia dito o Senhor. Como Virgem, acreditou que conceberia e daria à luz um filho: o «Santo», o «Filho de Deus. Como escrava do Senhor, permaneceu fiel à pessoa e à missão deste Filho. Como mãe, «crendo e obedecendo, engendrou na terra ao mesmo Filho do Pai, coberta com a sombra do Espírito Santo».Por estes motivos Maria «com razão desde os tempos mais antigos, é honrada como Mãe de Deus, a cujo amparo os fieis em todos seus perigos e necessidades acodem com suas súplicas». Como virgem e mãe, Maria é para a Igreja um «modelo perene». Como «figura», Maria, presente no mistério de Cristo, está também presente no mistério da Igreja, pois também a Igreja «é chamada mãe e virgem», com profunda justificação bíblica e teológica. A maternidade determina uma relação única e irrepetível entre duas pessoas: a da mãe com o filho e a do filho com a Mãe. Ainda que uma mulher seja mãe de muitos filhos, sua relação pessoal com cada um caracteriza a maternidade na sua mesma essência, pois cada filho é concebido de um modo único. Cada filho é querido pelo amor materno, e sobre ele se baseia sua formação e maturação humana. O mesmo ocorre na ordem da graça, que no da natureza. Assim se compreende que Cristo no Calvário expressara na cruz, a nova maternidade de sua mãe em singular, dirigida a um homem, João: «Aí tens a teu filho».


MARIA MÃE DE CRISTO, DE JOÃO e DE TODOS 
O Redentor confia sua mãe ao discípulo e, se a dá como mãe. A maternidade de Maria, é um dom que Cristo mesmo faz pessoalmente a cada homem. O Redentor confia Maria a João, na medida em que confia João a Maria. Aos pés da Cruz começa aquela especial entrega do homem à Mãe de Cristo. Quando João em seu evangelho, depois de haver recolhido as palavras de Jesus na Cruz a sua Mãe e a ele mesmo, acrescenta: «E desde aquela hora o discípulo a acolheu em sua casa» (Jn 19,27). A ele se atribui o papel de filho e ele cuidou da Mãe do Mestre amado e se entregou, o que expressa a relação íntima, como a resposta ao amor da mãe.


MARIA MÃE DA IGREJA
A dimensão mariana dos discípulos de Cristo se manifesta na entrega filial à Mãe de Deus, iniciada com o testamento do Redentor no Gólgota. Entregando-se filialmente a Maria, o cristão, como o apóstolo João, «acolhe» a  Mãe de Cristo e a introduz em todo o espaço de sua vida interior, em seu «EU» humano e cristão: «A acolheu em sua casa» Assim o cristão, entra no raio de acção da «caridade materna», com a que a Mãe do Redentor «cuida dos irmãos de seu Filho», «a cuja geração e educação coopera». Esta relação filial, esta entrega de um filho à Mãe tem seu começo em Cristo e se orienta a ele, pois Maria segue repetindo a todos as mesmas palavras de Caná de Galileia: “Fazei o que ele vos diga”. Maria é a primeira que «acreditou», e com esta fé sua de esposa e de mãe quer actuar sobre todos os que se entregam a ela como filhos. E quanto mais perseveram os filhos nesta atitude e avançam na mesma, tanto mais Maria lhes acerca a  «inescrutável riqueza de Cristo» (Ef 3, 8). E da mesma maneira eles reconhecem cada vez melhor a dignidade do homem em toda sua plenitude, e o sentido definitivo de sua vocação, porque «Cristo manifesta plenamente o homem ao próprio homem». (Redemptoris Mater).


CONCLUSÃO 
O Eterno Pai sofre misteriosamente vendo a seu Filho sofrer agonizando e sentindo-se no inferno após um muro negro de seu Deus amado sem limites, que o há abandonado, é seu inferno; o Espírito Santo, Esposo de Maria por cuja sombra há sido concebido o Amor de ambos e o Filho dela, sofre, sendo eternamente feliz, tão misteriosamente que nos resulta abismo insondável. O Filho sofre física e espiritualmente, nos resulta curta a linguagem para expressa-lo, e nós, pobres pigmeus, nos hemos criado uma Igreja sem mistério, uma Igreja a nossa medida, uma Igreja supermercado, que nos provê do espiritual e também pretensamente, em concretos sectores, do material, sem atingir mais horizonte que as necessidades terrenas que pretendem solucionar vendendo o Vaticano, sem ter em conta que Jesus só uma vez multiplicou os pães e que deixou dito que aos pobres sempre os tereis convosco e que há outras pobrezas que são mais substanciais; e queremos e pregamos uma igreja que não conte com o sofrimento nem com a cruz e queremos manter-nos e nos mantenhamos passivos esperando que nos dêem todo feito sem arrimar nossos ombros ao trabalho do cultivo do homem interior e sempre alertas para observar e criticar quando não somos capazes de levantar nem uma alma do pecado, nem de corrigir um grama de soberba ou de avareza próprios, ou de vencer um átomo por intolerância e falta da virtude da paciência, ¿se escutam muitos discursos e se escrevem muito artigos que nos falem de virtudes e de vícios e de pecados?. 
O Pai sofre, o Filho sofre indizivelmente o Espírito sofre misteriosamente, Maria sofre indizivelmente vendo ao samaritano, a humanidade, caída e nós estamos esperando a que eles levem a carga e nos tirem as castanhas do fogo sem tocarmos nós nem com a ponta do dedo a parte de nossa cruz que configura o mistério da Igreja e que é nossa vocação de santidade. A Virgem das Dores nos ajude a despertar do letargo e a entrar mar adentro, como morreu pedindo-nos João Paulo II que se soube carregar com sua cruz até a morte, submergindo ao mundo no conhecimento da Cruz e do amor da Virgem das Dores, tanto mais exaltada
em suas gloriosas dores, quanto mais abundantes, amargos e angustiosos, a atormentaram.

Cipriano, Santo
Setembro 15 

Cipriano, Santo

Cipriano, Santo

Bispo e Mártir
15 de Setembro ano 258

Se conta que no ano 258 saiu um decreto do imperador em que ordenava perseguir e matar aos cristãos. Veio também a ordem expressa de julgar o bispo Cipriano.
Alguns cristãos o aconselharam a fugir, mas ele respondeu:
- Convém que um bispo confesse ao Senhor na sua cidade, e deixe ao povo a recordação de seu testemunho.
Foi condenado a morte pela espada. Imediatamente depois da sentença, o condenado foi conduzido ao lugar do suplício. Se despojou de seu manto, e se ajoelhou e rezou. 
Ele mesmo, se vendou os olhos e ofereceu as mãos para ser atadas. Depois pronunciou como últimas palabras:
- ¡Graças a Deus!

 

• Rolando, Santo
Setembro 15 Eremita, 15 de Setembro

Eremita
Setembro 15

Etimologicamente significa “terra gloriosa”. Vem da língua alemã. 
É difícil ver a Jesus na multidão; alguma solidão é necessária para nossa mente; na solidão da atenção se vê a Deus.
Este jovem eremita morreu em Itália no ano 1386. A história de sua vida é uma contínua união com Deus.
Um dia, quando a marquesa Antónia Pallavicini ia de casa pelo bosque, se encontrou com um ancião que parecia mais um cadáver que um ser humano vivo.
Era um eremita que havia chegado àquele sítio com sua túnica negra fazia mais ou menos 26 anos.
Ao cabo del algum tempo, procurou como abrigo a pele de uma cabra. Se alimentava das ervas e frutos do campo. Na dura estação de inverno pedía esmola para sobreviver.
Muitas vezes se lhe via várias horas imóvel sobre um só pé, com os braços abertos ao céu e olhando o sol. 
A marquesa, comovida, tentou levá-lo a seu castelo. Ele, mediante sinais, lhe disse que não.
Não obstante, lhe ofereceu os serviços espirituais de confessor. Então, de novo com gestos, lhe indicou que estava de acordo. 
O levaram a igreja mais perto na qual o atendeu o sacerdote durante longo tempo.
Estendido no chão sobre palha, ele declarou ao capelão da marquesa, que havia vivido toda sua vida em silêncio e que havia fugido da companhia dos homens para não pecar.
Deus, em troca, o havia recompensado com muitos êxtases ou visões do céu. Esteve quatro semanas recebendo os auxilios do sacerdote e da marquesa. Ao final, viu a S. Miguel com muitos anjos que o levaram para o paraíso.
¡Felicidades a quem leve este nome!

 

• Lorenzo Ripafraats, Santo
Setembro 15 Monge, 15 de Setembro

Monge
Setembro 15

Etimologicamente significa “ coroado de louros”. Vem da língua grega.
Jesús disse a Tomás: Porque me viste acreditaste. Ditosos os que crêem sem me haverem visto.
Este é a arte fundamental do Cristão. Custa crer sem haver visto. A evidência não é fé. Dois e dois são quatro, é coisa evidente. Não se crê . Se aceita.
O crente se deixa levar por Cristo aindm que não o entenda. A fé não é entendimento que- ainda que necessário – não é a chave para una fé profunda no Senhor.
Lorenzo foi um monge leigo o irmão do século XV.
Havia nascido na Toscana. Quando era todavia muito jovem, participou em um dos movimentos de renovação espiritual das Ordens monásticas maiores de tanta importância na vida religiosa, na literatura e na arte dos anos 1300 a 1400.
Basta recordar que a Igreja, desde 1378, estava dividida num grande cisma, o cisma de Ocidente.
Dois Papas, um de Avignon e outro de Roma. As Ordens religiosas se ressentiam de sua obediência e no seu fervor religioso.
Não eram os melhores tempos para o ressurgimento de Boas vocações à vida de consagração.
Por isso, Catalina de Siena pronunciou por primeira vez a desagradável palavra Reforma.
Igual fariam depois Santa Clara, os Dominicanos e o santo de hoje.
Na la cidade de Pisa se pôs com el santo Juan Dominici a reformar la Ordem de santo Domingo.
O enviaram a Cortona como mestre de noviços.
Formou a gente tão importante como a António Pierozzi, Guindolino e Juan de Fiésole, S. Frei Angelico... Chegou a ser Vigário General da Ordem Dominicana e morreu no ano 1457.
¡Felicidades a quem leve este nome!

• Catalina (Catarina) de Génova,

Santa
Setembro 15 Esposa, Modelo de Cristandade e Mística, Setembro 15

Catalina de Génova, Santa

Catalina de Génova, Santa

Esposa, Modelo de Cristandade e Mística
Março 21

Santa Catalina de Génova, pertenceu à familia Fieschi, sendo a quinta filha do matrimónio de James Fieschi e Francesca di Negro de Génova. A família era de muita fama e fortuna durante o século XV, e conta com dois Papas: Inocêncio IV e Adriano V.
Catalina foi conhecida mais tarde no mundo como modelo de conduta, admirada não só para a Igreja Católica mas também por outros baptizados.
Dedicó toda su vida al Señor, entregándose a El desde muy joven. De niña fue muy obediente y en sus actitudes ya sobresalían los deseos por la santidad y la penitencia. Con tan solo ocho años de edad ya mostraba una inclinación particular a la penitencia, cambiando su cama cómoda y lujosa por el duro piso, y su almohada por un áspero tronco.
Al cumplir doce años tuvo su primera visión del amor de Dios, en la cual Jesús compartió con ella algunos de los sufrimientos de su Santa Pasión. A los trece años decidió abrazar la vida religiosa en el convento de las Hermanas de Nuestra Señora de la Gracia, donde su hermana Limbania era ya una Religiosa profesa. Habló con el director de la Orden, pero no aceptaban niñas tan jóvenes en la congregación. Esto causó una fuerte herida en el corazón de Catalina, pero no perdió su fe en el Señor.
Cuando su padre murió, se pensó que era necesario mantener el mando político uniendo en matrimonio a los hijos del mismo rango. A la edad de 16 años se vio obligada a casarse en un matrimonio de conveniencia. Su esposo era totalmente opuesto a Catalina, ella piadosa y él, un hombre de mundo que no tenía compasión ni escrúpulos por nadie, ni por nada. Los primeros años de su vida matrimonial fueron muy difíciles.
Catalina, después de haber aguantado muchas infidelidades de parte de su esposo, a los cinco años de casada, se sintió abandonada de todos y en profunda desolación, incluso de Dios. Volcó su vida a la frivolidad, de fiesta en fiesta, trataba de buscar un significado a su vida. Pero esto no la llenó de paz ni de gozo, mas bien de desesperación y depresión.


Sua Conversão
El 21 de marzo, de 1473, en la fiesta de San Benito, su hermana Limbania le sugirió que fuera donde un sacerdote confesor, ella consintió. Se encontró con un santo confesor por medio del cual el Señor la llenó de gran fortaleza y de Su amor incondicional; cayó en éxtasis y se sintió incapaz de confesar sus pecados. En ese momento el Señor le mostró toda su vida como pasada en una película; pudo ver la traición que ella había hecho al amor del Señor, pero al mismo tiempo pudo ver a través de las Sagradas Llagas de Jesús, la gran misericordia del Señor por ella y por todos los hombres, y el contrastante amor de Dios y el amor del mundo. Esto le hizo repudiar desde ese momento el pecado y el mundo. Ese mismo día, estando en su casa, el Señor se le apareció, todo ensangrentado, cargando la cruz, y le mostró parte de Su vida y de Su sufrimiento. Ella, llena del amor del Señor y triste por los diez años que había desperdiciado no amando al Señor, decidió limpiar su vida y así, empezar una vida nueva en El.
Luego, Nuestro Señor durante otra aparición, hizo recostar la cabeza de Catalina en Su Pecho al igual que el Apóstol San Juan, dándole la gracia de poder ver todo a través de Sus ojos y sentir a través de Su corazón traspasado.
Por medio de sus constantes oraciones, su esposo se convirtió y aceptó vivir en celibato perpetuo. Decidió entrar en la orden franciscana terciaria y se trasladaron del palacio a una casa pequeña cerca del hospital, donde servían a los enfermos, ayudándolos a morir en paz. Es allí donde su esposo muere víctima de una enfermedad contagiosa.


Catalina e a Eucaristia
El día de la fiesta de la Anunciación, después de su conversión, durante la celebración de la Santa Misa, en el momento de la Comunión, el Señor le dio un amor ardiente por la Eucaristía, y desde ese día comenzó a comulgar diariamente.


O Senhor a convida a estar com Ele no deserto
Rememorando los 40 días Jesús pasó en el desierto, Catalina no comía ni injería bebida alguna durante la cuaresma, alimentándose únicamente de la Eucaristía. Continuó haciendo esto todos los años durante cuaresma y adviento. Nunca manifestó debilidad ni dolor, excepto cuando por alguna razón no podía recibir la Eucaristía. El testimonio de que la Eucaristía es Fuente de Vida, se vio sobrenaturalmente manifestado en ella.
Siempre mostró gran reverencia y amor por la Eucaristía. Durante las celebración de la Santa Misa, su espíritu permanecía siempre recogido, sobre todo a la hora de recibir la Sagrada Comunión, muchas veces se le vio caer en éxtasis, y llorando rogaba a Dios perdonara sus pecados.
Ella comentaba que cuando recibía la Comunión sentía que un rayo de amor traspasaba profundamente su corazón, a semejanza de otros místicos como Santa Teresa de Avila, San Juan de la Cruz, Santa Gemma Galgani, Santa Verónica Guliani y el Padre Pío. Esto es el don de la transverberación. Su gran amor por Nuestro Señor en la Eucaristía, la hacía desearlo solamente y únicamente a El.


Sacrifício e mortificação. A Agonia e o Êxtase
Durante los primero cuatro años, seguidos a su conversión, practicó sacrificios y penitencias para disciplinar sus sentidos, mortificando todo deseo de la carne. Se abstuvo de comer carne y todo tipo de frutas. Dormía sobre objetos puntiagudos que cortaban su piel y le ocasionaban sangramiento. Practicó una fuerte austeridad durante estos años, pero siempre tuvo el cuidado del cumplimiento diario de sus deberes. Pasaba largas horas en oración para poder llenarse del Señor y permanecer fuerte en los momentos de tentación.
Como todos los santos, dedicó su vida a amar a Dios y al servicio de los hermanos no buscando su propia comodidad y deseos.
La penitencia que Catalina practicaba era muy fuerte, tanto así que nuestro Señor en una ocasión le ordenó que cesara de practicar esas mortificaciones y penitencias tan severas, a lo que ella obedeció.
Catalina siempre buscó la vida escondida, deseando la vida íntima con el Señor, pero nunca tomó ningún don como merecido, pues sabía que por ella misma nada bueno podía hacer. En todo ello veía el gran amor de Dios, rogándole que siempre se hiciera en ella Su voluntad.
Durante una aparición el Señor le dijo: "Nunca digas yo deseo, o yo no deseo. Nunca digas mío, sino siempre nuestros. Nunca te excuses, sino que siempre estés pronta para acusarte a ti misma".


Batalha ente o Amor Divino e seu amor próprio.
Catalina describía el amor propio como el odio propio, decía que el amor propio es el anzuelo puesto por el diablo para hacernos caer y la estrategia para traer el mal al mundo.
El alma absorbida por el amor propio se dirige a la total ruina espiritual. Sorda y ciega para la Verdad, condena su ser voluntariamente, abriéndose camino al Purgatorio o a la eterna agonía del infierno. Para ella el amor propio causa mayor muerte que la muerte de nuestro propio cuerpo, pues nos aparta del Amor Divino, de la Verdad y de la verdadera Voluntad de Dios. "La mejor manera de amar al Señor de una forma plena es olvidándose de uno mismo", insistía.


Morte de Santa Catalina de Génova
Nueve años antes de su muerte, Catalina sufrió estuvo muy enferma. Nada quitaba sus dolores y su condición iba deteriorándose paulatinamente. Sufrió mucho a semejanza de su Divino Esposo, no había una sola parte de su cuerpo que no sufriera dolor. Su cuerpo y su espíritu estaban completamente unidos a los sufrimientos de la Pasión de Cristo, aun cuando dormía.
Durante el último año de su vida, vivió prácticamente alimentándose en una semana lo que se come regularmente en un día y, aunque físicamente estaba padeciendo terriblemente, siempre mostró una especial paz.
Catalina murió el 14 de septiembre, de 1507 , día de la Exaltación de la Cruz. Su cuerpo fue enterrado en el hospital donde sirvió por mas de 40 años. Cuando años mas tarde se abrió su tumba, sus vestidos presentaban signos de descomposición así como el ataúd, pero su cuerpo estaba intacto, igual que el día en que había sido enterrado.


Muitos milagres a partir de sua morte.
Una amiga de Catalina que estaba críticamente enferma, tuvo una visión de Catalina en el cielo, gozando de la Luz Divina. Entonces pidió a los enfermeros del hospital que la trasladaran y la colocaran cerca del cuerpo de Catalina, y que pasaran sobre la parte de su cuerpo que estaba enfermo, un pedazo de tela del vestido de Catalina, en ese instante la amiga de Catalina pidió la intercesión de la santa e inmediatamente fue sanada.
Fue Canonizada el 18 de mayo de 1737 por el Papa Benedicto XIV.
Su cuerpo permanece incorrupto en la iglesia del hospital donde sirvió tantos años. Su nombre original es la Santísima Annunziata, pero se agrega el de Santa Catalina. Originalmente era parte del hospital pero este fue destruido por la guerra mientras que la iglesia fue prodigiosamente salvada. Hoy día la iglesia es mantenida por los frailes franciscanos.
En muchos lugares se la festeja el 21 de Marzo, fecha original designada para recordarla.

• João Baptista e Jacinto dos Anjos, Beatos
Setembro 15 Mártires, 15 de Setembro

Juan Bautista y Jacinto de los Ángeles, Beatos

João Baptista e Jacinto dos Anjos, Beatos

Indígenas Mártires

Martirológio Romano: Na localidade de Santo Domingo de Xagacia, no México, beatos Juan Bautista y Jacinto de los Ángeles, mártires, que, sendo catequistas, ao pretender remover os ídolos para servir a Cristo, foram mortos cruelmente, imitando a paixão de Cristo e alcançando o prémio eterno (1700).

Juan Bautista y Jacinto de los Ángeles, indígenas zapotecos de la Sierra Norte de Oaxaca, nacieron en el año de 1660 en S.Francisco Cajonos. Juan Bautista se casó con Josefa de la Cruz, con quien tuvo una hija llamada Rosa. Jacinto de los Ángeles se casó con Petrona de los Ángeles, con quien tuvo dos hijos llamados Juan y Nicolasa. Los dos pertenecían a la Vicaría de S. Francisco Cajonos, atendida por los padres dominicos Gaspar de los Reyes y Alonso de Vargas.
De los dos sabemos que fueron personas íntegras en su vida personal, matrimonial y familiar, así como en el cumplimiento de sus deberes ciudadanos, de modo que desempeñaron los diversos cargos civiles acostumbrados en su pueblo y en su tiempo como topil, juez de tequio, mayor de vara, regidores, presidente, síndico y alcalde, mostrando así el aprecio por las tradiciones culturales y la responsabilidad para el cumplimiento de los deberes ciudadanos.
Igualmente, consta que los dos fueron personas bautizadas, evangelizadas y catequizadas, desempeñando también los diversos cargos a los que tenían acceso los fieles en ese tiempo como acólito, sacristanes menor y mayor, y topilillo.
Finalmente desempeñaron el cargo civil y eclesiástico de Fiscal, que los misionersos introdujeron o fomentaron entre los indígenas. Quiere el III Concilio Provincial Mexicano celebrado en 1585 «que en cada pueblo se elija a un anciano distinguido por sus irreprochables costumbres, quien al lado de los párrocos sea perpetuo censor de las costumbres públicas» (P. Antonio Gay, Historia de Oaxaca, II.V.2) «Es su oficio principal inquirir los delitos y vicios que perturban la moralidad, descubriendo al cura los amancebamientos, adulterios, divorcios indebidos, perjurios, blasfemias, infidelidades, etc.» (Ibídem; Cfr. III Concilio Mexicano L I, Tít. IX, 1,23).
En la noche del 14 de septiembre de 1700, los dos Fiscales descubrieron que un buen grupo de personas del pueblo de S.Francisco Cajonos y de los pueblos vecinos estaban realizando en una casa particular un culto de religiosidad ancestral; los Fiscales avisaron a los padres dominicos; los Fiscales y los Padres acompañados del capitán Antonio Rodríguez Pinelo fueron al lugar de los hechos, sorprendieron a los autores, dispersando la reunión, recogiendo las ofrendas del culto y regresándose al convento.
Al día siguiente, el pueblo se amotinó, exigiendo la entrega de las ofrendas confiscadas y de los Fiscales. Refugiándose en el convento los Padres, los Fiscales y la Autoridad, se pasaron la tarde entre exigencias y negociaciones. Finalmente, ante las amenazas y el peligro crecientes de matar a todos e incendiar el convento, el capitán Pinelo decidió entregar a los Fiscales, bajo promesa de respetar sus vidas.
Los Padres no aceptaron la entrega. Pero los Fiscales depusieron sus armas aceptando la perspectiva de morir, se confesaron y recibieron la Comunión, diciendo Juan Bautista: «vamos a morir por la ley de Dios; como yo tengo a su Divina Majestad, no temo nada ni he de necesitar armas»; y al verse en manos de sus verdugos dijo: «aquí estoy, si me han de matar mañana, mátenme ahora». Cuando eran azotados en la picota de la plaza pública, dijeron a los Padres que observaban desde la ventana: «Padres encomiéndenos a Dios»; y cuando los verdugos se burlaban de ellos diciéndoles: «¿te supo bien el chocolate que te dieron los Padres?», ellos respondieron con el silencio.
El día 16 los verdugos condujeron a los Fiscales a S. Pedro, donde de nuevo los azotaron y los encarcelaron. Cuando los verdugos invitaban a los Fiscales a renunciar de la fe católica y les perdonarían, ellos contestaron «una vez que hemos profesado el Bautismo, continuaremos siempre a seguir la verdadera religión». Luego les llevaron bajando y subiendo por laderas, hasta el monte Xagacía antiguamente llamado «De las hojas», donde amarrados los despeñaron, casi los degollaron y los mataron a machetazos, les arrancaron los corazones y los echaron a los perros que no se los comieron. Los verdugos Nicolás Aquino y Francisco López bebieron sangre de los mártires, para recuperar ánimo y fortalecerse según costumbre de beber sangre de animales de caza, pero también como señal de odio y coraje, según un dicho ancestral que aún se escucha «me voy a tomar tu sangre». Y los sepultaron en el mismo monte, desde entonces llamado «Monte Fiscal Santos».
Algunos opinan que los Fiscales no son Mártires sino delatores de sus paisanos y traidores a su cultura; pero es claro que los Fiscales estaban designados civil y religiosamente para el ejercicio de un cargo público en el pueblo y en la comunidad religiosa. Más aún, desde el principio en el proceso civil que se llevó a cabo entre 1700-1703 y en el proceso eclesiástico hasta el día de hoy, viene la fama de martirio y de santidad, que finalmente la Iglesia reconoce con la Beatificación.
Fueron beatificados por el Papa Juan Pablo II el 1 de agosto de 2002, en ceremonia realizada en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe.

• Pablo Manna, Beato
Setembro 15 Presbítero e Fundador, 15 de Setembro

Pablo Manna, Beato

Pablo Manna, Beato

Martirológio Romano: Em Nápoles, em Itália, beato Pablo Manna, presbítero do Pontificio Instituto para Missões Estrangeiras, que foi missionário na Birmânia, mas por razão de sua saúde teve de a deixar, dedicando-se à evangelização, à pregação da palavra de Deus e a favorecer a união dos cristãos (1952).

El 16 de enero de 1872, en Avellino, nace Pablo Manna, quinto hijo de Vicente y de Lorenza Ruggeri. La familia Manna pertenece a la pequeña burguesía de la Campania y cuenta entre sus miembros con empresarios, comerciantes y políticos. En 1874 fallece su madre Lorenza y Pablo es enviado a Nápoles con sus tíos. A los 10 años vuelve a Avellino y encuentra en casa una nueva madre, pues su padre Vicente había contraído nuevas nupcias. La vida del joven Pablo se desliza serena, aunque el ambiente familiar haya adquirido cierta rigidez en la educación moral y espiritual.
Acude a la escuela con diligencia y empeño y consigue buenos resultados, sobre todo en las materias literarias y en las ciencias. Le gusta pasar las vacaciones con sus tíos sacerdotes, que le reciben muy complacidos y le acompañan esmeradamente. Más tarde serán para él una referencia en su vida. En 1897 decide entrar en una joven Congregación de origen alemán y es enviado a Roma para cursar estudios filosóficos y teológicos. Cuatro años más tarde, atraído siempre por el deseo de dedicar su vida a las misiones, tras un largo y profundo discernimiento, deja la Sociedad Católica Instructiva y entra en el Instituto Misiones Extranjeras de Milán. Lleva consigo la carta de un canónigo de Avellino dirigida al Superior del Instituto misionero que dice: «...sobre todo es de excelente conducta; considero que vuestro seminario adquiere con él un tipo magnífico».
Pablo se prepara en Milán con seriedad y pasión al sacerdocio misionero, integrando el estudio de las materias teológicas con lecturas misioneras y escuchando los relatos hechos por misioneros que han vuelto. El 19 de mayo de 1894 es ordenado sacerdote en el Duomo de Milán. El Padre Pablo parte hacia Birmania (Myanmar), su campo de trabajo misionero, el 3 de octubre de 1895 y pasa allí dos años, alternando el estudio de las lenguas y de la cultura del pueblo con el trabajo apostólico. Su salud se resiente debido a la gran actividad y especialmente a la malaria que le afecta repetidamente. En pocos años debe volver a Italia tres veces, hasta que, el 4 de julio de 1907, tendrá que hacerlo para siempre. Escribía en esa ocasión: «Veo muy obscuro el futuro. Veo destruidas tantas esperanzas y planes de obras buenas, me veo a los 35 años envuelto en dificultades diversas...». No obstante, esa prematura vuelta a casa no será una derrota para el ardoroso misionero, sino que constituirá un cambio providencial.
Tras algunos meses de convalecencia, al P. Manna se le confía la redacción de la revista “Le Missioni Cattoliche”. Comienza así una actividad que caracterizará su vida: la animación misionera y vocacional, realizada sobre todo a través de la prensa y posteriormente a través de la fundación de la Unión Misionera del Clero. En 1916, en efecto, juntamente con Mons. Guido María Conforti, fundador de las Misiones Javerianas y obispo de Parma, presenta al Papa Benedicto XV el proyecto de la Unión Misionera del Clero, con la intención de difundir el espíritu misionero entre los obispos, sacerdotes y personas consagradas, consiguiendo despertar el apoyo más entusiasta.
Al comienzo de los años veinte, un nuevo campo de trabajo se abre al dinámico misionero de Avellino: la apertura y la dirección en Ducenta (Campania) del Seminario Meridional para las Misiones Extranjeras. Es la realización de un sueño que había acariciado durante más de veinte años, es decir, poner en marcha una obra vocacional misionera en el Sur de Italia.
En 1924, el Instituto Misiones Extranjeras de Milán celebra su primer Capítulo General y el P. Manna es elegido Superior General. Este hecho encierra para el Instituto un significado especial porque supone el comienzo de un proceso que desembocará en el nacimiento del P.I.M.E. (Pontificio Instituto Misiones Extranjeras), uniendo los dos Seminarios misioneros de Milán y Roma. Precedentemente estaban presididos simplemente por un director que dependía en todo de Propaganda Fide.
Durante su mandato de diez años, el P. Manna contribuye a la redacción de las nuevas Constituciones, abre las puertas del Instituto a la acogida de los hermanos Laicos, aumenta el número de las casas en toda Italia para el reclutamiento y la formación de los aspirantes a las misiones. Emprende un largo y complejo viaje a todas las fundaciones misioneras fuera de Italia.
Fue durante tal viaje cuando el P. Manna maduró la idea de escribir las "Observaciones sobre el método moderno de evangelización en Asia". Una de las obras más llamativas del P. Manna como Superior General será la preparación para la fundación de las Misioneras de la Inmaculada, rama femenina de su Instituto.
Diez años después, el segundo Capítulo General elige, por insistencia suya, a un nuevo Superior, y el P. Manna, finalmente libre de esa incumbencia, puede volver a actividades más acordes con él: sigue el nacimientos del Instituto de las Misioneras de la Inmaculada, toma decididamente entre sus manos la dirección de la Unión Misionera, acompaña el crecimiento y el desarrollo de la Región Meridional del PIME, del que es elegido Superior Regional. Aunque su salud se va debilitando, el ardor misionero no decae. Continúa escribiendo y publicando, insiste para que en la Iglesia haya un creciente interés por las obras misioneras y con tal fin se dirige a los obispos y cardenales. La enfermedad mientras tanto iba minándole hasta invadirle totalmente. El P. Manna muere en Nápoles el 15 de septiembre de 1952. El 23 de junio de 1961, sus restos mortales se llevan a “su” Seminario de Ducenta. Diez años más tarde se pone en marcha el proceso de canonización.
El 4 de noviembre de 2001, cuando Juan Pablo II lo proclama Beato.
Si usted tiene información relevante para la canonización del beato Pablo, contacte a:
Secretariato P. Pablo Manna
Seminario S. Cuore
Via Roma 165
81038 Trentola Ducenta (CE), ITALIA

http://es.catholic.net/santoral

Recolha, transcrição e tradução incompleta de António Fonseca

Igreja da Comunidade de São Paulo do Viso

Nº 5 801 - SÉRIE DE 2024 - Nº (277) - SANTOS DE CADA DIA - 2 DE OUTUBRO DE 2024

   Caros Amigos 17º ano com início na edição  Nº 5 469  OBSERVAÇÃO: Hoje inicia-se nova numeração anual Este é, portanto, o 277º  Número da ...