Anjos Custódios
Cada pessoa tem um anjo custódio, Outubro 2
Anjos Custódios
Nossos Guarda costas Celestiais
¿Quem são os anjos custódios?
Deus destinou a cada homem um anjo para o proteger e facilitar-lhe o caminho da salvação enquanto está neste mundo. Afirma a este respeito São Jerónimo: “Grande é a dignidade das almas quando cada uma delas, desde o momento de nascer, tem um anjo destinado para sua custódia”.
No antigo testamento se pode observar como Deus se serve de seus anjos para proteger os homens da acção do demónio, para ajudar o justo ou livrá-lo do perigo, como quando Elias foi alimentado por um anjo (1 Reis 19, 5.)
No novo testamento também se podem observar muitos sucessos e exemplos nos que se vê a missão dos anjos: a mensagem a José para que fugisse para o Egipto, a libertação de Pedro na prisão, os anjos que serviram a Jesus depois das tentações no deserto.
A missão dos anjos custódios é acompanhar a cada homem no caminho pela vida, cuidá-lo na terra dos perigos de alma e corpo, protegê-lo do mal e guiá-lo no difícil caminho para chegar ao Céu. Se pode dizer que é um companheiro de viagem que sempre está ao lado de cada homem, nas boas e nas más. Não se separa dele nem um só momento. Está com ele enquanto trabalha, enquanto descansa, quando se diverte, quando reza, quando lhe pede ajuda e quando não se a pede. Não se aparta dele nem sequer quando perde a graça de Deus pelo pecado. Lhe prestará auxilio para enfrentar com melhor ânimo às dificuldades da vida diária e as tentações que se apresentam na vida.
Muitas vezes se pensa no anjo da guarda como algo infantil, mas não devia ser assim, pois se pensamos que a pessoa cresce e que com este crescimento se terá que enfrentar a uma vida com maiores dificuldades e tentações, o anjo custódio resulta de grande ajuda.
Para que a relação da pessoa com o anjo custódio seja eficaz, necessita falar com ele, chamá-lo, tratá-lo como o amigo que é. Assim poderá converter-se num fiel e poderoso aliado nosso. Devemos confiar no nosso anjo da guarda e pedir-lhe ajuda, pois além dele nos guiar e nos proteger, está pertíssimo de Deus e o pode dizer directamente o que queremos ou necessitamos. Recordemos que os anjos não podem conhecer nossos pensamentos e desejos íntimos se nós não os fazemos saber de alguma maneira, já que só Deus conhece exactamente o que há dentro de nosso coração. Os anjos só podem conhecer o que queremos instruindo-o por nossas obras, palavras, gestos, etc.
Também se lhes podem pedir favores especiais aos anjos da guarda de outras pessoas para que as protejam de determinado perigo ou as guiem numa situação difícil.
O culto aos anjos da guarda começou na península Ibérica e depois se propagou a outros países. Existe um livro acerca desta devoção em Barcelona com data de 1494.
Cuida tua fé
Actualmente se fala muito dos anjos: se encontram livros de todo tipo que tratam este tema; se vendem “angelitos” de ouro, prata ou quartzo; as pessoas se colocam-nos ao pescoço e comentam sua importância e seus nomes. Há que ter cuidado ao comprar estes materiais, pois muitas vezes dão aos anjos atribuições que não lhe correspondem e os elevam a um lugar de semi-deuses, os convertem em “amuletos” que fazem cair na idolatria, ou criam confusões entre as inspirações do Espírito Santo e os conselhos dos anjos.
É verdade que os anjos são muito importantes na Igreja e na vida de todo o católico, mas são criaturas de Deus, pelo que não se os pode igualar a Deus nem adorá-los como se fossem deuses. Não são os únicos que nos podem aproximar a Deus nem podemos reduzir toda o ensino da Igreja a estes. Não há que esquecer os mandamentos de Deus, os mandamentos da Igreja, os sacramentos, a oração, e outros meios que nos ajudam a viver perto de Deus.
Se queres saber mais deles, consulta
Mais dos anjos,
Miguel, Gabriel e Rafael Arcanjos
www.aciprensa.com
Saturio, Santo
Eremita, Outubro 2
Satúrio, Santo
Eremita
Martirológio Romano: Em Numancia, a Hispânia Cartaginense, São Satúrio, eremita (606).
Etimologia: Satúrio = saturado. Vem da língua latina.
San Saturio, fue un noble visigodo del siglo IV, que repartió todos sus bienes entre los pobres y se retiró a a una cueva cercana a la ciudad de Soria, junto al Duero, para meditar y enseñar a quienes a él acudían.
La ermita del santo anacoreta se sostiene espectacularmente sobre una peña abierta por amplia cueva. Frente a la verja de entrada, una vidriera muestra al santo adoctrinando a su discípulo, San Prudencio, quien más tarde fue obispo de Tarazona y canonizó a su maestro. Al fondo se encuentra una espaciosa sala del s. XVIII con bancos de piedra y un busto del santo. Se trata del lugar donde celebraba sus juntas el Cabildo de Heros, Hermandad de labradores sorianos. Más arriba, subiendo por la escalera adyacente, se llega a la cueva de San Miguel, de quien era muy devoto San Saturio y lugar donde según la tradición habitó durante 36 años, y a la derecha, una losa donde se cuenta que se encontraron en 1580 sus reliquias.
Los frescos de la capilla, que reflejan la leyenda saturiana en las paredes y es una antología del anacoretismo primitivo en la cúpula, fueron pintadas por Juan Antonio Zapata, discípulo de Lucas Jordán y de Palomino, que concluyó su obra en 1704.
San Saturio es el patrón de la ciudad de Soria, España, y una figura muy entrañable y querida por los sorianos.
António Chevrier, Beato
Presbítero e Fundador, Outubro 2
António Chevrier, Beato
Fundador da Obra da Providência do Prado
Martirológio Romano: Em Lyon, em França, beato António Chevrier, presbítero, que instituiu a Obra da Providência do Prado, para preparar sacerdotes destinados a ensinar a doutrina cristã a jovens pobres (1879).
Nació en Lión el 16 de abril de 1826 de una familia modesta. A los diecisiete años el joven Antonio sintió la llamada al ministerio sacerdotal. En el primer año de los estudios teológicos pensó seriamente ingresar en el Instituto de Misiones extranjeras de París. No logró realizar su deseo, pero el anhelo misionero permaneció en él y se manifestó concretamente en el momento de su ordenación sacerdotal, en 1850, cuando aceptó gustoso el nombramiento rechazado por otros, de vicario en la parroquia de San Andrés, en pleno barrio obrero, en medio de los pobres. Allí ejerció un apostolado fructuoso por su caridad inagotable.
La noche de Navidad de 1856, delante del pesebre, recibió la revelación de la divina pobreza y el amor de Navidad, y desde entonces, como perfecto imitador de San Francisco de Asís, vivió una vida cada vez más pobre. Alentado por el santo Cura de Ars aceptó en 1857 el oficio de director espiritual de la “Ciudad del Niño Jesús”, una obra fundada en Lión para niños pobres, que se proponía sobre todo la preparación de los niños para la primera comunión y la acogida de niños abandonados. En 1859 decidió fundar una obra suya en favor de los muchachos marginados. Con la ayuda de Fray Pedro Louat y de Sor Amelia y Sor María compró un gran salón de baile, situado cerca de la parroquia de San Andrés en Lión, que se llamaba “Prado” y que fue el centro de sus obras asistenciales.
A la obra para los muchachos añadió pronto una escuela para clérigos de la cual salieron los sacerdotes que formaron la “Sociedad de los Sacerdotes del Prado”. Antonio Chévrier está ciertamente entre los primeros en tomar conciencia de la apostasía de las masas y del riesgo que corría el sacerdote permaneciendo lejos de los pobres. Por eso quiso “sacerdotes pobres entre los pobres”, verdaderos testigos de Cristo buen samaritano y, como él, solícitos sobre todo de la salvación de los hermanos.
Como los grandes apóstoles de la juventud, Antonio meditaba a menudo las palabras de Jesús (Mc 10,14): “Dejad que los niños vengan a mí y no se lo prohibáis, porque de los que son como ellos es el reino de Dios”. “Si no os convertís y no os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos (Mt 18,3). “El que acoge a uno de estos mis pequeños, a mí me acoge!”.
En Lión, después de un año de agudos dolores a causa de una úlcera, se durmió en la paz de los santos el 2 de octubre de 1879, a los 53 años. Fue beatificado por Juan Pablo II durante su peregrinación apostólica a Lión el 4 de octubre de 1986.
Juan Beyzym, Beato
Presbítero Jesuíta, 2 de Outubro
Juan Beyzym, Beato
Apóstolo dos leprosos em Madagáscar
Martirológio Romano: Em Fianarantsoa, na ilha de Madagáscar, beato Juan Beyzym, presbítero da Companhia de Jesus, que exerceu seu ministério junto aos leprosos, aos que prodigalizou uma obra de caridade em favor de seus corpos e de seus espíritos (1912).
Nacido en Beyzymy Wielkie (actualmente Ucrania), el 15 de mayo de 1850 y murió el 2 de octubre de 1912, en en Fianarantsoa, Madagascar, es el apóstol de los leprosos de Madagascar.
Fray Beyzym fue el primer sacerdote en vivir entre las víctimas de la enfermedad de Hansen (lepra) en la historia de la misión de Madagascar.
Apostolado instrucción
Después de que sus estudios secundarios, él entró al noviciado Jesuíta Stara Wies el 10 de diciembre de 1872. Se ordenó el 26 de julio de 1881 en Kraków.
Fray Beyzym trabajó durante 17 años como un educador de jóvenes en las Universidades Jesuítas de Tarnopol y Chyrów. Durante todo este tiempo él estaba discerniendo un llamado de Dios para servir en la difícil misión entre los leprosos en Madagascar. En 1898, cuando tenía 48 años, viajó hacia Madagascar para empezar su apostolado. "Yo sé muy bien", escribió en 1897 a Fray Louis Martin (General en Roma), "lo que es la lebra y lo que debo esperar, pero todo esto no me asusta, al contrario, me atrae."
Misión entre los leprosos en Madagascar
Apenas llegado a Red Island (Madagascar) fue enviado al leprocomio de Ambahivoraka cerca de Antananarivo, donde 150 personas enfermas vivían en abandono casi total en el desierto, lejos de las personas sanas. Vivían en chozas que eran divididas en pequeños cuartos sin piso ni moviliario. No recibían ninguna medicación y vivían, día a día, sin ningún tipo de asistencia. Muchos morían a menudo de hambre en lugar de su enfermedad.
Después de dos semanas en el hospicio, Fray Beyzym escribió en 1899 a Rodolphe de Scorraille, Superior de la Provincia de Champagne y sus misiones, una carta para presentar las condiciones indescriptibles encontró y admite que le pidió al Señor que le ayudara a traer alivio a esta miseria y que lloró en privado por los sufrimientos de estas personas.
Sin embargo, él no se doblegó ante esta realidad. Consagró toda su fuerza, sus talentos como organizador y, sobre todo, su corazón al enfermo. Vivió entre ellos para demostrarles el hecho de que eran seres humanos y que ellos merecían la salvación.
Recolectó dinero y probó ayudándolos de cuanta manera pudo. En aquel momento no existía ninguna medicación eficaz para la enfermedad de Hansen. Sin embargo, Fray Beyzym notó que una comida saludable y la higiene adecuada limitaba el contagio, y que estas dos condiciones juntas impidian progresar a la enfermedad.
Fray P. Sau, testigo ocular, escribió de Fr Beyzym que durante su vida, "sorprendido dolorosamente por la visión de la pobreza extrema de Ambahivoraka, llamó a la caridad de sus compatriotas polacos y pronto pudo aumentar la ración de arroz de sus niños. La mejora en la dieta redujo el número de entierros de 5 o 7 por semana a 5 por año" (La Mission de Madagascar a vol d´oiseau, pp. 62-63).
Otro testigo ocular, Fray A. Niobey, escribió sobre la devoción de Fray Beyzym al cuerpo y alma del enfermo: "Su devoción a sus leprosos era inquebrantable. No poseía nada, pero entregaba lo poco que podía disponer desinteresadamente. Su respuesta a cada objeción siempre era: "Lo que hagas a la menor de mis criaturas a mi me lo haces. Nosotros debemos hacer como los comerciantes de esta tierra: debemos buscar la mayor ganancia" (Carta, junio 3 de 1913).
Respondiendo al provincial que le preguntó sobre las condiciones de trabajar con los enfermos, dijo: "Uno debe estar en unión constante con Dios y debe orar sin la tregua. Uno debe acostumbrarse poco a poco al hedor, aquí nosotros no respiramos el olor de flores sino el olor de putrefacción generado por la lepra en los cuerpos". (Carta, abril 18 de 1901).
Sin embargo, esto "habilidad" no vino en seguida. Fray Beyzym admitió que al principio sentía repulsión a la vista de las víctimas. Varios veces incluso se desmayó.
Su ardiente meta era construir un hospital donde los leprosos tendrían cuidados de y se protegerían de la permisibidad moral que prevaleció en los hospicios. En 1903 dejó Ambahivoraka para ir a construir un hospital a Marana cerca de Fianarantsoa. Hablando de la inauguración del hospital el 16 de agosto de 1911, Fray J. Lielet, doctor en medicina, dijo "el leprocomio de Fray Beyzym ha sido abierto finalmente.... La construcción y equipamiento de este inmenso hospital en un país donde falta todo era una tarea colosal, pero él completó la tarea. Llegando sin dinero, encontró maneras de colectar miles de francos en Europa (principalmente en Polonia, Austria y Alemania) para semejante distante proyecto, su confianza en la ayuda de Dios era inbatible. La providencia ha realizado casi milagros para él" (Chine, Ceylan, Madagascar, 1912, pág. 94). Él deseaba lograr condiciones de vida más humana para las víctimas de la enfermedad de Hansen.
El hospital todavía existe hoy e iradia amor, esperanza y justicia - las virtudes que hicieron su construcción posible. Desde 1964 pequeñas casas han sido construidas cerca al hospital para alojar a los familiares de los enfermos.
Vida interna, alma de su apostolado.
La vida interna de Fray Beyzym está marcada por una atadura profunda con Cristo y la Eucaristía. La Misa era el centro de su vida; él deploró el hecho que la pequeña iglesia cerca de la misión no tenía ni siquiera un tabernáculo permanente y que durante la estación lluviosa el agua goteaba sobre el altar durante Misa. Él era gran devoto de María y atribuyó sus éxitos a María siendo él tan sólo su instrumento. Era un hombre de acción y un obrero incansable, pero también un hombre de oración - Atribuyó a la oración un papel esencial en su vida apostólica, subrayando su importancia para lograr santidad. Fray Beyzym era un contemplativo en acción en el estilo de San Ignacio de Loyola. Tenía problemas diarios y batalló contra mil cuidados y sufrimientos, pero era sobre todo un hombre de oración. La oración era la fuente de su fortaleza. No teniendo mucho tiempo por la oración callada, oraba todo el tiempo y en todas partes. Repitía a menudo que su oración no merecía mucho la pena y que tenía problema orando. Por esto era qué él les pidió a las monjas Carmelitas que oraran para él.
Fué beatificado por Su Santidad Juan Pablo II el 18 de agosto del 2002, en Kraków, Polonia
Traducido por Xavier Villalta
Leodegário de Autun, Santo
Bispo e Mártir, Outubro 2
Leodegário de Autun, Santo
Bispo e Mártir
Martirológio Romano: Em Sarcing, no território de Arras, em Neustria, França setentrional, morte de São Leodegário, bispo de Autun,o qual, submetido a vários suplícios e cego, foi condenado a morte injustamente por Ebroino, mordomo de palácio do rei Teodorico. Com ele se venera a memória de seu irmão Gerino, mártir, que dois anos antes, por ordem do mesmo Ebroino, havia sido lapidado (679- 680 e 677).
Etimologia: Leodegário = que governa a seu povo, vem do teutónico.
San Leodegário (616-679) Nació en Fécamp, Francia hijo de un gran señor y formado por su tío Dido, obispo de Poitiers.
Se ordenó sacerdote y después fue nombrado obispo de Autun. Pero tuvo la desgracia de ser nombrado consejero de la reina Batilde donde despertó la envidia del mayordomo Ebroino. Sirvió a tres hijos de la reina en sus consecutivos reinados procurando siempre llevar a estos a una vida más cristiana, en algunos casos, con pocos resultados.
Durante el último reinado, logró Ebroino asediar Autun donde Leodegario estaba refugiado. El obispo se rindió para evitar a sus feligreses los horrores del hambre. Después de haberle arrancado la lengua y quemado los ojos, Ebroino convocó a un sínodo donde convenció a los miembros de declararlo “sacerdote indigno” y condenarlo a muerte. Sin embargo, Ebroino también fue asesinado algunos meses más tarde y en otro sínodo, los obispos otorgaron a Leodegario la corona del martirio.
Jeanne Emilie de Villeneuve, Beata
Fundadora, 2 de Outubro
Jeanne Emilie de Villeneuve, Beata
Fundadora da Congregação da Imaculada Conceição de Castres
Nació en Toulouse el 9 de marzo de 1811; murió en Castres el 2 de octubre de 1854.
Fundó la Congregación de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción de Castres en 1836. En la actualidad esta Congregación dispone de setecientas religiosas e implantación en 16 países, donde gestiona una amplia obra social que incluye cincuenta colegios con 35.000 alumnos anualmente inscritos, y múltiples casas de acogida de niños abandonados. Presta servicio asimismo en hospitales y a familias desfavorecidas. En Roma dispone de una residencia para acogida de peregrinos.
Su vida
Jeanne Emilie de Villeneuve era nieta del Conde de Villeneuve y tercera de los cuatro hijos del Marqués de Villeneuve y de Rosalie d’Avessens. Los primeros años de su vida trascurrieron en el castillo de Hauterive, en la proximidad de Castres, a donde su madre debió retirarse por su delicado estado de salud. A la edad de 14 años, Jeanne Emilie de Villeneuve pierde a su madre, y tres años después a su hermana Octavie. Estos hechos trágicos marcarán su existencia, así como el contacto que traba con el padre jesuita Le Blanc, a quien trasmite las preocupaciones que de índole social habían germinado en ella (entre las que destaca la miseria que veía a su alrededor, en el contexto histórico de los primeros albores de la revolución industrial).
Tras la muerte de su madre, la vida de la familia de Jeanne Emilie de Villeneuve trascurre entre Hauterive y Toulouse, donde la abuela se hace cargo de la educación de sus nietos. A la edad de 19 años, Jeanne Emilie de Villeneuve se traslada definitivamente a Hauterive con su familia, donde lleva a buen puerto la gestión diaria de la vida familiar, descargando de esta tarea a su padre, alcalde de Castres (1826-1830). Poco después, declara a su padre su voluntad de entrar a formar parte de las Hijas de la Caridad. Éste no acepta su petición y le solicita un plazo de reflexión que durará cuatro años. Antes de que transcurra ese plazo, y con la aprobación del obispo, Jeanne Emilie de Villeneuve decide crear, junto a dos compañeras, la Congregación de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción de Castres (8 de diciembre de 1836), llamada abreviadamente las monjas azules por el color de su hábito. Entre los principios que regirán esta Congregación, destacan dos: “Dios sólo” y “Servir a los pobres”. La austeridad y la preocupación social por los menos favorecidos de la sociedad serán los ejes principales de la acción social y religiosa de esta Congregación. Partiendo de un humilde local en la localidad de Castres, presta ayuda a las jóvenes del extracto social menos favorecido, a obreros, a condenados a prisión y a enfermos. La Congregación ve aumentar el número de Hermanas, y su horizonte se amplía desde la Francia natal hasta Senegal, Gambia y Gabón, donde se desplazan las primeras Hermanas Misionarias, todavía en vida de Jeanne Emilie de Villeneuve. En 1853, Jeanne Emilie de Villeneuve solicita ser sustituida como Guía de la Congregación, consiguiendo que esta tarea le sea confiada a la Hermana Hélène Delmas. Escribe por este motivo a sus Hermanas Misionarias “Tras las elecciones tengo el consuelo de poder dedicarme mayormente al aspecto espiritual de la Congregación”.
A mediados de 1854 una epidemia de cólera y de fiebre asola el sur de Francia, llegando sus efectos hasta Castres. Jeanne Emilie de Villeneuve muere el 2 de octubre de 1854 como consecuencia de esta epidemia, rodeada del afecto de las Hermanas de su Congregación.
Su obra
En 1836, Jeanne Emilie de Villeneuve fundó en Castres (Francia) la Congregación de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción de Castres. Su fuerte vocación misionaria se manifiesta sólo doce años después de la fundación de la Congregación en Senegal (1848). En la actualidad, esta Congregación dispone de escuelas, hospitales y obras parroquiales y sociales en los siguientes países (aparecen ordenados según el año de implantación): Francia (1836), Senegal (1848), Gambia (1848), Gabón (1849), España (1903), Italia (1904), Brasil (1904), Argentina (1905), Paraguay (1939), Uruguay (1957), México (1982), Benín (1988), República Democrática del Congo (1990), Bolivia (1992), Venezuela (1996) y Filipinas (1997). Otros países donde en algún momento la Congregación ha dispuesto de sede permanente han sido Portugal (1886-1910), Guinea Ecuatorial (1897-1918) y Camerún (1915-1916).
Proceso de beatificación
Los primeros trámites procesales que acabarían concluyendo en el proceso de beatificación de Jeanne Emilie de Villeneuve se iniciaron en 1945. Tras la promulgación oficial del Decreto Papal sobre la heroicidad de las virtudes de Jeanne Emilie de Villeneuve (octubre de 1991), fue considerada venerable y pudo iniciarse el proceso de beatificación. En vista de la beatificación de Jeanne Emilie de Villeneuve, se inició la causa correspondiente a la Congregación de Causas de Santos en base a la curación de Binta Diaby. Binta Diaby (Mamou, Guínea Conakry, 1 de enero de 1978), tras ser repudiada por su padre por creerla embarazada, intentó el suicidio a la edad de 19 años mediante la ingestión de sosa cáustica, lo que le provocó daños irreversibles en diferentes órganos de su cuerpo. Fue llevada a Barcelona (España), ingresada y operada de urgencia. Entró en coma y su caso fue considerado, desde un punto de vista clínico, en fase terminal. Las Hermanas y Novicias de la Congregación de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción de Castres, informadas por miembros del hospital de la situación en que se encontraba Binta Diaby, dirigieron una novena a Jeanne Emilie de Villeneuve, rogando por su curación, y depositaron diferentes reliquias en la habitación donde se encontraba la enferma. Se produjo una inesperada y rápida curación de la enferma, que en la actualidad vive y trabaja en Barcelona. Entre el 16 de mayo y el 29 de octubre de 2003 se instruyó una encuesta diocesana por la Curia de Barcelona sobre la curación de Binta Diaby, presumiblemente milagrosa. El 4 de febrero del 2005 fue reconocido por la Congregación para la Causa de los Santos el proceso presentado por el Tribunal de Barcelona. El 16 de febrero de 2006, la Consulta Médica del Dicasterio reconoció que la curación de la ingestión de sosa cáustica, con las consecuencias directas post-operatorias, fue rápida, completa y permanente, e inexplicable a la luz de los conocimientos actuales de la ciencia médica. En las sesiones del 13 de junio de 2006 y del 26 de enero de 2007, el Congreso Particular de Consultores Teológicos, realizó una investigación con mayor profundidad del proceso de curación de Binta Diaby. El 6 de noviembre de 2007 se informó positivamente de la curación milagrosa acaecida a Binta Diaby en la Sesión Ordinaria de Cardenales y Obispos, siendo Ponente de la Causa el Excmo. Señor Lino Fumagali, Obispo de Sabina-Poggio Mirteto. El 17 de diciembre de 2007 el Papa Benedicto XVI autorizó la emisión del decreto sobre el milagro de la curación de Binta Diaby, atribuido a Jeanne Emilie de Villeneuve.
Este proceso se culminó el 5 de julio de 2009, en que Jeanne Emilie de Villeneuve fue beatificada en Castres (Francia), en presencia del Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, el Reverendísimo Sr. Arzobispo don Angelo Amato, S.D.B.
Outros Santos e Beatos
Completando o santoral deste dia, Outubro 2
Outros Santos e Beatos
Santo Eleutério, mártir
Em Nicomedia, de Bitinia, santo Eleutério, mártir (s. III/IV).
São Beregiso, abade
Em Andage ou Andain, nos bosques de Ardennes, na Austrásia, são Beregiso, abade, que fundou neste lugar um mosteiro de canónicos regulares, o qual presidiu com fidelidade (c. 725).
São Teófilo, monge
Em Constantinopla, comemoração de São Teófilo, monge, que, por defender o culto das santas imagens, foi torturado cruelmente pelo imperador León o Isáurico e depois exilado (795).
Santo Ursicino, abade e bispo
Na Recia, santo Ursicino, bispo de Chur (Coira) e primeiro abade do mosteiro de Disentis, que ele mesmo havia fundado (s. VIII).
Beatos Luis Yakichi e Lucía, Andrés e Francisco, mártires
Em Nagasaki, no Japão, beatos Luis Yakichi e Lucía, esposos, junto com seus filhos Andrés e Francisco, mártires, que morreram por Cristo. A mãe e os filhos foram degolados na presença do pai, e este foi queimado vivo (1622).
Beato Jorge Edmundo René, presbítero e mártir
No mar frente a Rochefort, no litoral norte de França, numa velha nave ancorada, beato Jorge Edmundo René, presbítero e mártir, que, sendo canónico de Vézelay, durante a Revolução Francesa foi encarcerado por sua condição de sacerdote, morrendo vítima de tuberculose (1794).
Beatos Francisco Carceller, religiosos presbíteros e mártires
Perto de Castellón, no levante espanhol, beatos Francisco Carceller, da Ordem dos Clérigos Regulares das Escolas Pias, e Isidoro Bover Oliver, da Irmandade de Sacerdotes Operários Diocesanos, presbíteros e mártires, que, durante a perseguição, em ódio ao sacerdócio foram fuzilados junto ao muro do cemitério, consumando assim seu martírio (1936).
Beatos Elias e Juan Bautista Carbonell Mollá, presbíteros e mártires
No lugar de Sax, perto de Alicante, também em Espanha, beatos Elias e Juan Bautista Carbonell Mollá, presbíteros e mártires, que, sendo irmãos, foram fuzilados na mesma perseguição contra a Igreja (1936).
Beata María Antonina Kratochwil, religiosa mártir
Na cidade de Stanislanòw, de Polónia, beata María Antonina Kratochwil, virgem, da Congregação das Irmãs das Escolas de Nossa Senhora e mártir, que, durante a guerra mundial, foi encarcerada por sua fé e morreu por causa das torturas suportadas por Cristo (1942).
http://es.catholic.net/santoral
Recolha, transcrição e tradução incompleta de António Fonseca
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