Juan de la Cruz, Santo
Doutor da Igreja, 14 de Dezembro
Juan de la Cruz, Santo
Doutor da Igreja
Martirológio Romano: Memória de são Juan de la Cruz, presbítero da Ordem dos Carmelitas e doutor da Igreja, o qual, por conselho de santa Teresa, foi o primeiro dos irmãos que empreendeu a reforma da Ordem, empenho que sustentou com muitos trabalhos, obras e ásperas tribulações, e, como demonstram seus escritos, buscando uma vida escondida em Cristo e queimado pela chama de seu amor, subiu ao monte de Deus pela noite escura, descansando finalmente no Senhor, em Úbeda, da província de Jaén (1591).
Etimologicamente: Juan = Deus é misericordioso, é de origem hebraica.
Ávila e concretamente Fontiveros foi sua pátria. Logo o será Castela e de modo principal Andaluzia a terra de seus amores.
Se chamou Juan Yepes. Nasceu em 1542 do matrimónio que formavam Gonzalo e Catalina; eram vendedores de panos e viviam pobres. Seu pai morre cedo e a viúva se vê obrigada a grandes esforços para levar adiante a seus três filhos: Francisco, Luis e Juan.
Juan de la Cruz, Santo
Foi inevitável o êxodo quando se viu que não chegava a esperada ajuda dos parentes toledanos; Catalina e seus três filho marcharam primeiro a Arévalo e logo a Medina del Campo que é o centro comercial de Castela. Ali vivem mal com muitos problemas económicos, arrimando todos o ombro; mas a Juan não lhe vão o trabalhos de mão e mostra afeição ao estudo.
Entra en el Colegio de la Doctrina, siendo acólito de las Agustinas de la Magdalena, donde le conoció don Alonso Álvarez de Toledo quien lo colocó en el hospital de la Concepción y le costea los estudios para sacerdote. Los jesuitas fundan en 1551 su colegio y allí estudió Humanidades. Se distinguió como un discípulo agudo.
Juan eligió la Orden del Carmen; tomó su hábito en 1563 y desde entonces se llamó Juan de Santo Matía; estudia Artes y Teología en la universidad de Salamanca como alumno del colegio que su Orden tiene en la ciudad. El esplendor del claustro es notorio: Mancio, Guevara, Gallo, Luis de León enseñan en ese momento.
En 1567 lo ordenaron sacerdote. Entonces tiene lugar el encuentro fortuito con la madre Teresa en las casas de Blas Medina. Ella ha venido a fundar su segundo "palomarcico", como le gustaba de llamar a sus conventos carmelitas reformados; trae también con ella facultades del General para fundar dos monasterios de frailes reformados y llegó a convencer a Juan para unirlo a la reforma que intentaba salvar el espíritu del Carmelo amenazado por los hombres y por los tiempos. Llegó a exclamar con gozo Teresa ante sus monjas que para empezar la reforma de los frailes ya contaba con "fraile y medio" haciendo con gracia referencia a la corta estatura de Juan; el otro fraile, o fraile entero, era el prior de los carmelitas de Medina, fray Antonio de Heredia.
Inicia su vida de carmelita descalzo en Duruelo y ahora cambia de nombre, adoptando el de Juan de la Cruz. Pasa año y medio de austeridad, alegría, oración y silencio en casa pobre entre las encinas. Luego, la expansión es inevitable; reclaman su presencia en Mancera, Pastrana y el colegio de estudios de Alcalá; ha comenzado la siembra del espíritu carmelitano.
La monja Teresa quiere y busca confesores doctos para sus monjas; ahora dispone de confesores descalzos que entienden -porque lo viven- el mismo espíritu. Por cinco años es Juan el confesor del convento de la Encarnación de Ávila. La confianza que la reformadora tiene en el reformador -aunque posiblemente no llegó a conocer toda la hondura de su alma- se verá de manifiesto en las expresiones que emplea para referirse a él; le llamará "senequita" para referirse a su ciencia, "santico de fray Juan" al hablar de su santidad, previendo que "sus huesecicos harán milagros".
No podía faltar la cruz; llegó del costado que menos cabía esperarla. Fueron los hermanos calzados los que lo tomaron preso, lo llevan preso a Toledo donde vivió nueve meses de durísima prisión. Es la hora de Getsemaní, la noche del alma, un periodo de madurez espiritual del hombre de Dios expresado en sus poemas. Logra escapar en 1578 del encierro de forma dramática, poniendo audacia y ganando confianza en Dios, con una cuerdecilla hecha con pedazos de su hábito y saliendo por el tragaluz.
En los oficios de dirección siempre aparece Juan de la Cruz como un segundón; serán los padres Gracián y Doria quienes se encarguen de la organización, Juan llevará la doctrina y cuidará del espíritu.
Se le ve presente en la serranía de Jaén, confesor de las monjas en Beas de Segura, donde se encuentra la religiosa Ana de Jesús. Después en Baeza; funda el colegio para la formación intelectual de sus frailes junto a la principal universidad andaluza. Y en Granada, en el convento de los Mártires, continuará su trabajo de escritor. En 1586 funda los descalzos de Córdoba, como los de Mancha Real.
Consiliario del padre Doria, en Segovia, por tres años. ¡Cómo no recordar su deseo-exponente de amor rendido- ante la contemplación de un Cristo doliente! "Padecer, Señor, y ser menospreciado por Vos".
En 1591 la presencia de fray Juan de la Cruz empieza a ser non grata ante el padre Doria. La realidad es que está quedando arrinconado y hasta llega a tramarse su expulsión del Carmelo.
Marcha a la serranía de Jaén, en la Peñuela, para no estorbar y se plantea la posibilidad de marchar a las Indias; allí estará más lejos. Es otro tiempo de oración solitaria y sabrosa. La reforma carmelitana vive agitada por el modo de proceder de Doria; a Juan le toca orar, sufrir y callar. Quizá tenga Dios otros planes sobre él y está preparándolo para una etapa mejor.
Aquella inapetencia tan grande provocada por las calenturas persistentes provocó un mimo de Dios haciendo que aparecieran espárragos cuando no era su tiempo para calmar el antojadizo deseo de aquel fraile que iba de camino, sin fuerzas y medio muerto de cansancio, buscando un médico.
Pasó dos meses en Úbeda. No acertó el galeno. Se presentó la erisipela en una pierna; luego vino la septicemia. Y en medio andaban los frailes con frialdad y era notoria la falta de consideración por parte del superior de la casa. Hasta que llegó el 13 de diciembre, cuando era de noche, que marchó al cielo desde el "estercolero del desprecio". Llovía.
Al final de este resumen-recuerdo de un fraile místico que supo y quiso aprovechar el mal para sacar bien, el desprecio de los hombres para hacerse más apreciado de Dios, y el mismo lenguaje para expresar lo inefable de la misteriosa intimidad con Dios con lírica palabra estremecida, pienso que será buen momento para hacer mención de algunas de las obras que le han hecho figura de la cultura hispana del siglo XVI. Subida al Monte Carmelo y Noche oscura del alma que bien pueden considerarse tanto una obra como dos; el Cántico espiritual, Llama de amor viva y algunos poemas y avisos.
Lo canonizaron en 1726. Pío XI lo hizo doctor de la Iglesia en 1926. Su gran conocedor y admirador Juan Pablo II, lo nombró patrono de los poetas
Un fraile de cuerpo entero.
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Venâncio Fortunato, Santo
Bispo de Poitiers, 14 Dezembro
Venâncio Fortunato, Santo
Bispo de Poitiers
Etimologicamente significa “caçador”. Vem da língua latina.
Longe de convidar a uma repliege, o Evangelho nos sugere caminhos muito concretos. Um deles orienta a compartilhar com gestos simplicidade, inclusive com meios reduzidos. ¡Que assombro! Esses gestos repercutem em uma generosidade imprevisível.
Este jovem veio ao mundo perto de Veneza em 530 e morreu em Poitiers em 600.
Fez seus estudos em Ravena. Depois se deixou a viver a vida como trovador durante uns anos compondo versos a qualquer que lhe pagasse dinheiro. E com boa comida pelo meio.
Quando caiu enfermo da vista, o curou são Martinho de Tours. Desde este instante decidiu ir para esta cidade a dar-lhe graças ao santo.
Fez um largo caminho e cantando canções mas sem muito êxito.
Tan sólo en la localidad de Metz se celebraban las bodas de dos nobles. Aquí tuvo suerte con sus poemas y sus cantos.
Pero sus poesías cayeron pronto en el olvido porque el recién casado murió asesinado y ella falleció arrastrada por un caballo.
Después, y llevando una vida más acorde con sus principios cristianos, se entregó a pedir limosna para el monasterio en donde residía.
Es de esta época de donde datan los escritos que han llegado hasta nosotros. Son vidas de santos y poemas.
Nos quedan al menos diez mil hexámetros de su estilo y de su forma.
Hacia poemas para celebrar a los santos, para recordar las malas hazañas de los reyes merovingios o para dar gracias a Radegunda por los buenos banquetes que preparaba en su honor.
También componía himnos, sobre todo “Vexilla regis" que aún hoy día se cantan en las fiestas en las que se expone el Santísimo Sacramento y el "Pange lingua” que es es usada en alguna de las "Horas Canónicas", que son parte del Oficio Divino.
Con el paso del tiempo llegó a ser obispo de Poitiers.
¡Felicidades a quien lleve este nombre!
Nota : Existe otro himno que inicia con las mismas palabras ("Pange lingua”) pero que fue escrito por Santo Tomás de Aquino y que se refiere al Santísimo Sacramento.
Nimatullah Al- Hardini, Santo
Sacerdote religioso da Ordem Libanesa Maronita, 14 de Dezembro
Nimatullah Al- Hardini, Santo
Sacerdote religioso da Ordem Libanesa Maronita
Dezembro 14
Nasceu em Hardin, no norte do Líbano, no ano 1808. No baptismo recebeu o nome de Youssef. Pertencia a uma família maronita, com seis filhos, que foram educados num profundo amor a Deus e a sua Igreja. Três de seus irmãos seguiram, como ele, a vida monástica ou sacerdotal. Tânios foi pároco; Eliseo entrou na Ordem Libanesa Maronita, em que viveu como ermitão durante quarenta e quatro anos; Msihieh abraçou a vida claustral no mosteiro de San Juan Baptista, em Hrasch.
Pasó los primeros años de su infancia frecuentando los monasterios y eremitorios de su pueblo. Terminados los estudios, fue a vivir con su abuelo materno, Youssef Raad, párroco de Tannourin, cuyo ejemplo suscitó en él el amor al sacerdocio, vivido para el servicio de la Iglesia. En Tannourin, rezaba el oficio divino en el monasterio con los monjes o en la parroquia con su abuelo y los fieles.
Ingresó en la Orden Libanesa Maronita a los veinte años. Fue enviado al monasterio de San Antonio de Qozhaya, cerca de la Qadischa ("Valle santo"), para hacer sus dos años de noviciado, durante los cuales se entregó con fervor a la oración comunitaria y al trabajo manual. Dedicaba todo su tiempo libre, e incluso parte del destinado al descanso, a visitar al santísimo Sacramento. Lo solían encontrar en la capilla, arrodillado, inmóvil, con las manos alzadas en forma de cruz y los ojos fijos en el sagrario.
Después de la profesión monástica, que emitió el 14 de noviembre de 1830, fue enviado al monasterio de San Cipriano y Santa Justina, en Kfifan, para estudiar la filosofía y la teología, a la vez que trabajaba en el campo; además, destacaba por su habilidad para encuadernar manuscritos y libros, oficio que había aprendido durante el noviciado. Durante ese período, a causa de su ascetismo y su intensa aplicación a los estudios, se enfermó. Para evitarle la gran fatiga del trabajo en el campo, su superior lo destinó a la sastrería.
Al ser ordenado sacerdote, fue nombrado director del estudiantado y profesor, labor que desempeñó hasta sus últimos años. Dividía su jornada habitualmente en dos partes: la primera mitad para prepararse a la celebración de la misa y la otra mitad para la acción de gracias después de la eucaristía. Vivía esta dimensión contemplativa juntamente con su amor a los hermanos y a la cultura. Fundó una escuela para instruir gratuitamente a la juventud.
Le tocó vivir dos guerras civiles (en los años 1840 y 1845), que fueron preludio de sangrientos acontecimientos de 1860, durante los cuales muchos monasterios fueron quemados, muchas iglesias devastadas y muchos cristianos maronitas asesinados. En ese marco civil y religioso tan difícil y doloroso, su hermano el padre Eliseo, ermitaño, lo invitó a abandonar la vida comunitaria para retirarse a un eremitorio, pero él respondió: "Los que luchan por la virtud en la vida comunitaria tendrán más mérito".
Era severo y duro consigo mismo, pero misericordioso e indulgente con sus hermanos. Radical en su opción, concebía la santidad en términos de comunión. Afirmaba: "La primera preocupación de un monje debe ser, día y noche, no herir o afligir a sus hermanos".
Fue grande su devoción a la Virgen María. En sus aflicciones invocaba la intercesión de María, su principal auxilio, por el Líbano y por su Orden. Rezaba el rosario todos los días con los demás monjes. Nunca se cansaba de repetir el nombre bendito de María. Practicaba el ayuno en su honor todos los sábados y las vísperas de sus fiestas; tenía devoción particular por el misterio de la Inmaculada Concepción. Después de rezar el Ángelus, repetía estas palabras: "Bendita sea la Inmaculada Concepción de la santísima Virgen".
Se esforzó por inculcar a los fieles su devoción a María, formando cofradías. Fundó también dieciséis altares consagrados a la Madre de Dios; uno de estos, en el monasterio de Kfifan, fue llamado, después de su muerte, "Nuestra Señora de Hardini".
En 1845, a los 33 años, la Santa Sede lo nombró asistente general de su Orden con un mandato de tres años, por su celo en la observancia de las reglas monásticas. Para ese cargo fue reelegido otras dos veces, pero se negó siempre a aceptar el nombramiento de abad general de la Orden. Residía, con los demás asistentes, en el monasterio de Nuestra Señora de Tamich, casa general de la Orden, pero solía acudir al monasterio de Kfifan, tanto para continuar dando clases como para ejercer su trabajo de encuadernador, labor que realizaba con espíritu de pobreza, poniendo especial esmero en los manuscritos litúrgicos. De 1853 a 1859 tuvo entre sus alumnos a san Charbel, que asistió a la muerte de su maestro y a la conmovedora ceremonia de su funeral.
En lo más duro del invierno, mientras se encontraba en el monasterio de Kfifan para dar clases, debido al intenso frío, se vio afectado por una pulmonía; al agravarse, solicitó ser trasladado a una celda cercana a la iglesia para escuchar el canto del oficio y, tras una agonía de diez días, recibió la unción de los enfermos con un icono de la Virgen en las manos, e invocándola: "Oh María, te encomiendo mi alma". Falleció el 14 de diciembre de 1858, a los 50 años de edad.
Espiridión de Tremitunte, Santo
Bispo e Confessor, 14 Dezembro
Espiridión de Tremitunte, Santo
O santo bispo e confessor de Cristo são Espiridión nasceu na ilha de Chipre, na segunda metade do século III, e foi filho de pais cristãos.
Passou os primeiros anos de sua vida no monte, feito pastor de gado de seu pai, com o qual se criou em grande simplicidade e inocência de costumes, ocupado em admirar as maravilhas e perfeições do Criador em suas criaturas.
Chegou a estender-se por toda a ilha a fama do santo pastor Espiridión; de tal sorte que foi um daqueles confessores a quem Maximino, grande perseguidor dos cristãos, mandou tirar o olho direito, cortar o nervo e desjarretar a perna esquerda, e o condenou a trabalhar nas minas.
Holgóse el santo confesor de haber sido hallado digno de padecer por el nombre de Jesús; y permaneció en su destierro y pesadísimo trabajo durante algunos años, hasta que con la muerte del perseguidor cesó el destierro y pudo volver a Chipre y gozar de la paz que dio a la santa Iglesia el gran Constantino.
Ejercitóse de nuevo en su oficio de pastor, esparciendo más puros rayos de santidad y edificación después de su confesión; hasta que habiendo fallecido el obispo de Tremitunte, en la isla de Chipre, el pueblo y el clero a una voz aclamaron por su sucesor a Espiridión.
Resistióse el humilde pastor, pero inútilmente, alegando su incapacidad, y después de recibidas las sagradas órdenes, fue consagrado obispo.
Convocóle el concilio de Nicea, en el que fue condenado Arrio, siendo Espiridión uno de los prelados que allí, en número de trescientos diez y ocho, se reunieron.
No faltaron algunos filósofos gentiles deseosos de ver aquella sagrada junta, y aquel como teatro de sabiduría y majestad; y entre ellos había uno de sutil ingenio y gran disputador, a quien los padres más doctos e ilustra dos jamás pudieron convencer.
Pidió Espiridión licencia para disputar con él; y le propuso con pocas y sencillas palabras la suma de lo que la fe cristiana cree y predica de la Trinidad y de la redención del hombre por Cristo; y después le dijo: «Filósofo, esto es lo que los cristianos creemos: tú ¿qué crees?» Quedó asombra do el gentil, y, como fuera de sí, respondió: «Yo creo lo que tú erees, y lo tengo por verdad», añadiendo, que cuando se le quiso convencer con razones, con razones había él respondido; mas cuando la virtud de Dios le había hablado por boca de su siervo, no pudo resistir: y se hizo cristiano.
También asistió al concilio sardicense y defendió contra los mismos arrianos la fe católica. Finalmente, habiendo corrido la carrera de su peregrinación, ilustre por sus virtudes y por la gloria de sus milagros, dio su bien aventurado espíritu al Señor, que para tanta gloria suya lo había creado.
Francisca Schervier, Beata
Fundadora, 14 Dezembro
Francisca Schervier, Beata
Fundadora Irmãs dos Pobres de São Francisco de Assis
María Francisca Schevrier nasceu em Aquisgrán em 3 de Janeiro de 1819, filha de Juan Enrique e Luísa Migeon.
Era afilhada do imperador Francisco II. Depois da morte de sua mãe, em 1832, tomou o costume de socorrer aos pobres em suas necessidades e de lhes ensinar o catecismo.
Num ambiente a miúdo indiferente, às vezes hostil, porque a burguesia cidadã ostentava uma atitude voltairiana, María Francisca não acusava fadiga alguma, não se deixava vencer por nenhum temor e encontrou ajuda para sua empresa num sacerdote de sua paróquia.
Depois de haver feito um retiro em Lieja, em 3 de Outubro de 1846, com cinco companheiras formou em Aquisgrán um grupo que pouco depois teve a ocasião de prestar um grande serviço durante uma epidemia de cólera e de varicela que assolou a cidade.
Para dar uma forma canónica à nascente instituição, escreveu uma regra em que punha a seu pequeno grupo sob a protecção de São Francisco de Assis, pondo de relevo a caridade, a pobreza e as obras de misericórdia para com os pobres. Daí vem o nome de Instituto de Irmãs dos Pobres de São Francisco de Assis.
Con sus compañeras entró en la vida religiosa el 12 de octubre de 1850. Pero su regla solamente fue aprobada por San Pío X en 1908. La nueva congregación se difundió rápidamente: ya en 1858 había sido fundada una casa provincial en Hartwel en Estados Unidos de América.
En vísperas de la aprobación pontificia, el Instituto contaba ya con 61 casas, de las cuales 16 en América y 1500 religiosas. Actualmente se cuentan 12 casas en Alemania y en Estados Unidos, hay algunas religiosas que se han dedicado a la obra de la recuperación de la juventud descarriada y otras que durante la guerra de 1864, 1866 y 1870 se dedicaron a la asistencia sanitaria de los militares en los hospitales.
A pesar de esta dinámica actividad, María Francisca sabía encontrar tiempo para dedicar a la oración, a la meditación, a la visita diaria, al Santísimo Sacramento, al cultivo de una tierna y filial devoción hacia la Madre de Dios.
Era suave para con todos y severa consigo misma; practicaba mortificaciones y penitencias, tenía un gran respeto hacia los sacerdotes en los cuales veía la misma persona de Cristo. Soportó con cristiana resignación la última enfermedad que afinó más su alma y la hizo digna de la gloria.
Murió el 14 de diciembre de 1876 en Aquisgrán. Tenía casi 58 años.
La ciudad acudió a su funeral y la lloró porque en ella perdió a la madre amadísima de todos, especialmente de los pobres, de los desgraciados y de los pequeños.
Boaventura de Pistoya, Beato
Servo de Maria, 14 Dezembro
Buenaventura de Pistoya, Beato
Buenaventura nasceu em Pistoya no ano de 1250.
Impulsionado pelas palavras e o exemplo de são Felipe Benicio a viver uma vida mais santa, ingressou na Ordem dos Servos e foi ordenado sacerdote.
Como prior de vários conventos, manifestou excelentes dotes de sabedoria e de humanidade.
Durante o priorado em Montepulciano recebeu a profissão de santa Inês, nativa daquela cidade, e a assistiu na fundação de seu mosteiro.
Buenaventura morreu em Orvieto no ano 1315. Pío VII confirmou seu culto em 1822.
Seu corpo se venera em Pistoya, em nossa igreja da Anunciação.
http://es.catholic.net/santoral
Recolha, transcrição e tradução incompleta por António Fonseca
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