terça-feira, 31 de março de 2009

HUGO DE GRENOBLE, Santo (e outros) - 1-ABRIL

VENÂNCIO - Santo
(Lamentavelmente não encontrei nos sites consultados, qualquer referência a este Santo ou Beato, até ao momento)
Hugo de Grenoble, Santo
Bispo, Abril 1
Hugo de Grenoble, Santo
Hugo de Grenoble, Santo

Bispo

O bispo que nunca quis sê-lo e que se santificou, sendo-o.
Nasceu em Valence, na margem do Isar, no Delfinado, no ano 1053. Quase tudo em sua vida se sucede de forma pouco frequente. Seu pai Odilón, depois de cumprir com as suas obrigações pátrias, retirou-se con o consentimento de sua esposa para a Cartuja e ao final de seus dias recebeu da mão de seu filho os últimos sacramentos. Assim que o filho foi educado em exclusivo por sua mãe. Ainda jovem obtem a prebenda de um canonicado e sua carreira eclesiástica se promete feliz por sua amizade com o legado do papa. Como é bom e o vêem piedoso, fazem-no bispo aos vinte e sete anos muito contra a sua vontade por não se considerar com qualidades para o ofício - e parece que tinha toda a razão -, mas uma vez consagrado já não havia remédio; sempre atribuiram sua negativa a uma humildade excessiva. Consagrou-o bispo para Grenoble o papa Gregório VII, no ano 1080, e custeou os gastos a condessa Matilde. Ao chegar à sua diocese encontra-a num estado deprimente: impera a usura, se compram e vendem os bens eclesiásticos (simonía), abundam os clérigos concubinários, a moralidade dos fieis está abaixo dos mínimos com os exemplos dos clérigos, e só há dúvidas pela má administração do bispado. O escândalo entre todos é um facto. Hugo - entre choros e rezas - quer pôr remédio a todo, mas nem as penitências, nem as visitas e exortações a um povo rude e grossero surtem efeito. Depois de dois anos tudo segue em desordem e desconcerto. Termina o bispo por se deslocar à abadia da Maison-Dieu em Clermont (Auvernia) e por vestir o hábito de S. Benito. Mas o papa lhe manda taxativamente voltar a tomar as rendas de sua igreja em Grenoble. Com repugnância obedece. Se entrega a cumprir fielmente e com desagrado o seu sagrado ministério. A saúde não o acompanha e as tentações mais avessas o atormentam por dentro. Inútil é insistir aos papas que se sucedem que o libertem de suas obrigações, nomeiem outro bispo e aceitem a sua demissão. Erre que erre há-de seguir no trajo de bispo tirando adiante a parcela da Igreja que tem sob o seu pastoreio. Vendió las mulas de su carro para ayudar a los pobres porque no había de dónde sacar cuartos ni alimentos, visita la diócesis andando por los caminos, estuvo presente en concilios y excomulgó al antipapa Anacleto; recibió al papa Inocencio II -que tampoco quiso aceptar su renuncia- cuando huía del cismático Pedro de Lyon y contribuyó a eliminar el cisma de Francia. Ayudó a san Bruno y sus seis compañeros a establecerse en la Cartuja que para él fue siempre remanso de paz y un consuelo; frecuentemente la visita y pasa allí temporadas viviendo como el más fraile de todos los frailes. Como él fue fiel y Dios es bueno, dio resultado su labor en Grenoble a la vuelta de
Hugo de Grenoble, Santo
Hugo de Grenoble, Santo
más de medio siglo de trabajo de obispo. Se reformaron los clérigos, las costumbres cambiaron, se ordenaron los nobles y los pobres tuvieron hospital para los males del cuerpo y sosiego de las almas. Al final de su vida, atormentado por tentaciones que le llevaban a dudar de la Divina Providencia, aseguran que perdió la memoria hasta el extremo de no reconocer a sus amigos, pero manteniendo lucidez para lo que se refería al bien de las almas. Su vida fue ejemplar para todos, tanto que, muerto el 1 de abril de 1132, fue canonizado solo a los dos años, en el concilio que celebraba en Pisa el papa Inocencio. No tuvo vocación de obispo nunca, pero fue sincero, honrado en el trabajo, piadoso, y obediente. La fuerza de Dios es así. Es modelo de obispos y de los más santos de todos los tiempos.
Celso de Armagh, Santo
Arzobispo, Abril 1
Celso  de Armagh, Santo
Celso de Armagh, Santo

Arcebispo de Armagh

Como sus ocho predecesores, Celso era laico, al asumir la sede en 1105, a los veintiséis años de edad. Consagrado obispo, fue un excelente pastor. Fue muy asiduo en las visitas pastorales, administró sabiamente las posesiones de su diócesis y restauró la disciplina eclesiástica. Con este último punto se relaciona su presencia en el gran sínodo de Rath Breasail, al que asistieron no menos de cincuenta obispos, bajo la presidencia del legado pontificio Gilberto de Limerick. El pueblo no recibió de buen grado ni las reformas que llevó al cabo el sínodo, ni la nueva división de las diócesis. Los anales de Four Masters cuentan que San Celso recontruyó la catedral de Armagh. La época en que vivió fue muy agitada; tuvo que ejercer el oficio de mediador en las discordias de los príncipes irlandeses y sufrió las invasiones de los O´Rourke y los O´Brien. En todas sus dificultades le asistió San Malaquías, quien fue primero archidiácono suyo y después obispo de Connor. Poco antes de su muerte, ocurrida en Ardpatrick de Munster, en 1129, el santo acabó con la costumbre de la sucesión hereditaria, nombrando por sucesor a Malaquías. Según su deseo, fue enterrado en Lismore.
José Anacleto González Flores, Beato y 8 compañeros,
Mártires México, Abril 1
José Anacleto González Flores y 8 compañeros, Beato
José Anacleto González Flores y 8 compañeros, Beato
José Anacleto González Flores nació en Tepatitlán, Jalisco, el 13 de julio de 1888, en un ambiente de extrema pobreza. En 1908 ingresó al seminario auxiliar de San Juan de los Lagos; pronto alcanzó grandes adelantos en las ciencias y hasta pudo suplir con creces las ausencias del catedrático, ganándose el apodo de toda su vida: "Maistro Cleto". Cuando comprendió que su vocación no era el sacerdocio ministerial ingresó en la Escuela libre de leyes. Notable pedagogo, orador, catequista y líder social cristiano, se convirtió en paladín laico de los católicos de Guadalajara. Poseedor de vasta cultura, escribió algunos libros llenos de espíritu cristiano, así como centenares de artículos periodísticos. En octubre de 1922 contrajo matrimonio con María Concepción Guerrero, quien no asimiló el amor al apostolado de su marido; con todo fue esposo modelo y padre responsable de sus dos hijos. Muy fiel a su prelado, el siervo de Dios Francisco Orozco y Jiménez, propuso a los católicos la resistencia pacífica y civilizada a los ataques del Estado contra la Iglesia; constituyó por ese tiempo la obra cumbre de su vida, la Unión Popular, que llegó a contar con decenas de miles de afiliados. Al finalizar el año 1926, después de haber agotado todos los recursos legales y cívicos habidos, y ante la inminente organización de la resistencia activa de los católicos, apoyó con su prestigio, su verbo y su vida, los proyectos de la Liga nacional defensora de la libertad religiosa. Alimentado con la oración y la
José Anacleto González Flores y 8 compañeros, Beato
José Anacleto González Flores y 8 compañeros, Beato
comunión diaria, fortaleció su espíritu para dar su voto con sangre por la libertad de la Iglesia católica. La madrugada del 1 de abril de 1927 fue aprehendido en el domicilio particular de la familia Vargas González; se le trasladó al cuartel Colorado, donde se le aplicaron tormentos muy crueles; le exigían, entre otras cosas, revelar el paradero del arzobispo de Guadalajara: "No lo sé, y si lo supiera, no se lo diría", respondió. Los verdugos, bajo las órdenes del general de división Jesús María Ferreira, jefe de operaciones militares de Jalisco, descoyuntaron sus extremidades, le levantaron las plantas de los pies y, a golpes, le desencajaron un brazo. Antes de morir, dijo a Ferreira: "Perdono a usted de corazón, muy pronto nos veremos ante el tribunal divino, el mismo juez que me va a juzgar, será su juez, entonces tendrá usted, en mi, un intercesor con Dios". El militar ordenó que lo traspasaran con el filo de una bayoneta calada. Su muerte hundió en luto a los tapatíos. El grupo de los 9 mártires beatificados por Benedicto XVI el 20 de Noviembre de 2005, es completado por: Anacleto Gonzalez Flores, Laico, 1 abril José Dionisio Luis Padilla Gómez, Laico, 1 abril Jorge Ramon Vargas González, Laico, 1 abril Ramón Vicente Vargas González, Laico, 1 abril José Luciano Ezequiel Huerta Gutiérrez, Laico, 3 abril José Salvador Huerta Gutiérrez, Laico, 3 abril Miguel Gómez Loza, Laico, 21 marzo Luis Magaña Servin, Laico, 9 febrero José Sanchez Del Rio, Laico, 10 febrero Andrés Sola Molist, Sacerdote, 25 abril José Trinitad Rangel Montano, Laico, 25 abril Leonardo Pérez Larios, Laico, 25 abril Dario Acosta Zurita, Sacerdote, 25 julio (las fechas indicadas corresponden a la de sus mártirios).
Ludovico Pavoni, Beato
Sacerdote, Abril 1
Ludovico Pavoni, Beato
Ludovico Pavoni, Beato
Ludovico Pavoni nace en Brescia el 11 de septiembre de 1784, el primero de cinco hermanos, del matrimonio Alejandro y Lelia Poncarali. Vivió en una época caracterizada por profundos cambios políticos y sociales: la Revolución Francesa (1789), la Jacobina (1797), el dominio napoleónico con sus diferentes denominaciones y por fin, desde 1814, el Austriaco. Pero la «política» de Ludovico Pavoni, ordenado sacerdote en 1807, fue siempre y únicamente la política del amor. Renunciando a alcanzar altos cargos eclesiásticos, a los que parecía estar llamado cuando el Obispo Monseñor Gabrio María Nava le quiere como su secretario (1812), supo dedicarse con creatividad generosa a quien tenía más necesidad: los jóvenes y entre éstos los más pobres. Para ellos abrió un centro formativo, su «Oratorio» (1812). Al mismo tiempo, se entregaba, como destacará el Obispo, «en apoyo de los párrocos para instruir, catequizar por medio de homilías, de catequesis, de ejercicios espirituales sobre todo a la juventud y especialmente a la más pobre que tenía mayor necesidad, con muy buenos resultados». El 16 de marzo de 1818 es nombrado Canónigo de la Catedral y se le confia la rectoría de la Basílica de S. Bernabé. Notando, entonces, que muchos de los chicos de su Oratorio, sobre todo los pobres, decaían en su empeño y se desviaban del buen camino, cuando tenían que insertarse en el mundo del trabajo, que por desgracia no garantizaba un sano ambiente moral y cristiano, Ludovico Pavoni decide fundar «un Instituto o Escuela de Artes de carácter benéfico y privado, donde al menos los huérfanos, o abandonados por sus propios padres fuesen acogidos, mantenidos gratuitamente, educados cristianamente, y capacitados para desempeñar alguna arte, a fin de formarles queridos para la religión, y útiles para la sociedad y el Estado». Nace así, en 1821, el Instituto de S. Bernabé. Entre las artes, la más importante fue la Tipografia, querida por Pavoni como «Escuela Tipográfica», que se puede considerar la primera Escuela gráfica de Italia y que pronto llega a ser una verdadera Casa Editorial. Con el paso del tiempo se multiplican los oficios enseñados en S. Bernabé: en 1831, Pavoni detalla ocho oficios existentes: Tipografia, encuadernación de libros, papelería, plateros, cerrajeros, carpinteros, torneros, zapateros. El Instituto de S. Bernabé unía por primera vez el aspecto educativo, el asistencial y el profesional, pero la fisonomía más profunda «la idea característica» del nuevo Instituto era que «los muchachos pobres, abandonados por sus padres y sus parientes más cercanos, encontrasen todo lo que habían perdido: ... no solamente... pan, vestido y educación en las letras y las artes, sino también el padre y la madre, la familia, de los cuales la mala suerte les ha privado, y con el padre, la madre, la familia todo lo que un pobre podía recibir y gozar». Durante el cólera de 1836, «con una simple invitación Municipal, y sin la esperanza de recibir ninguna contribución económica, son acogidos gratuitamente en el Pío instituto, alimentados y educados con verdadero amor paterno. ... muchos, y muchos muchachos aun incapaces». Así se lee en las actas de la reunión extraordinaria del Municipio de Brescia del 21 de agosto de 1841. Pavoni pensó también en los labradores y proyectó una Escuela Agrícola. En 1841, acoge en el Instituto a los Sordomudos. El 3 de junio de 1844 era condecorado por el Emperador de Austria con el título de Caballero de la Corona de hierro. Para sostener y continuar el Instituto, Ludovico Pavoni ya desde hacía tiempo andaba madurando la idea de formar con sus jóvenes más fervorosos «una Congregación, que unida con los estrechos vínculos de la caridad, y basada en las virtudes evangélicas, se consagrase a acoger y a educar a los muchachos abandonados, y dilatase gratuitamente sus cuidados también a favor de las Casas de Industria, que quizá por falta de Maestros sabios y hábiles en las artes, sienten prejuicios, y agravios»: así ya en 1825 escribía al Emperador Francisco I, de visita en Brescia. Obtenido el elogio del fin de la Congregación, con decreto del 31 de marzo de 1843 de parte del papa Gregorio XVI, llega por fin la aprobación imperial el 9 de diciembre de 1846. Monseñor Luchi, Vicario General Capitular, haciendo uso de la facultad otorgada por la Santa Sede, erige canónicamente la Congregación de los Hijos de Maria, el 11 de agosto de 1847. Después de haber dado formalmente el 29 de noviembre las dimisiones del Capítulo de la Catedral, el 8 de diciembre de 1847, solemnidad de la Inmaculada, Pavoni emite su profesión perpetua. Acerca de la fisonomía de la nueva familia religiosa, los contemporáneos reconocen unánimemente la novedad y la originalidad, pues se compone de Religiosos sacerdotes para la dirección espiritual, disciplinar y administrativa de la obra y de religiosos Laicos para llevar adelante los talleres y la educación de los jóvenes. Aparece así la nueva figura del religioso trabajador y educador: el hermano coadjutor pavoniano, insertado directamente en la misión específica de la Congregación, con igualdad de derechos y de deberes con los Sacerdotes. El día después de estallar la insurrección contra los Austríacos, llamada de «los Diez Días», el sábado 24 de marzo de 1849, Ludovico Pavoni acompañaba a sus muchachos a la colina de Salano, a doce kilómetros de Brescia, para ponerlos a salvo del saqueo y de los incendios causados por la revuelta, que justo en la plaza de S. Bernabé había montado una barricada. No muy bien de salud, el 26 de marzo se agrava y al amanecer del uno de abril de 1849, domingo de Ramos, muere. La beatificación de Ludovico Pavoni confirma el decreto que el 5 de junio de 1947 Pío XII emanó sobre las virtudes heroicas, en el cual es llamado «otro Felipe Neri... precursor de san Juan Bosco... perfecto emulador de S. José Cottolengo». Beatificado por S.S. Juan Pablo II el 14 de Abril de 2002. http://es-catholic.net http://peque-semillitas.blogspot.com http://wikipedia.com
(Não fiz a tradução completa por falta de tempo, mais uma vez. Desculpem e obrigado). António Fonseca

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