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Nº 1552
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Nº 1552-1 - (36-13)
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Nº 1552-1 – (36-13)
Águeda ou Ágata, Santa
JACOB ou ISRAEL, Santo
Felipe de Jesus, Santo
Primeiro santo mexicano
Felipe de Jesus, Santo
Martirologio Romano: Memoria de los santos Pablo Miki y compañeros, mártires, en Nagasaki, en Japón. Declarada una persecución contra los cristianos, ocho presbíteros o religiosos de la Compañía de Jesús o de la Orden de los Hermanos Menores, procedentes de Europa o nacidos en Japón, junto con diecisiete laicos, fueron apresados, duramente maltratados y, finalmente, condenados a muerte. Todos, incluso los adolescentes, por ser cristianos fueron clavados en cruces, manifestando su alegría por haber merecido morir como murió Cristo (1597).Su memoria litúrgica es el día de mañana.
Compañeros en el martirio: Pablo Miki, Juan de Goto Soan, Jacobo Kisai, religiosos de la Compañía de Jesús; Pedro Bautista Blásquez, Martín de la Ascensión Aguirre, Francisco Blanco, presbíteros de la Orden de los Hermanos Menores; Gonzalo García, Francisco de San Miguel de la Parilla, religiosos de la misma Orden; León Karasuma, Pedro Sukeiro, Cosme Takeya, Pablo Ibaraki, Tomás Dangi, Pablo Suzuki, catequistas; Luis Ibaraki, Antonio, Miguel Kozaki y su hijo Tomás, Buenaventura, Gabriel, Juan Kinuya, Matías, Francisco de Meako, Ioaquinm Sakakibara y Francisco Adaucto, neofitos.
Fecha de canonización: 8 de julio de 1862 por el Papa Pío IX.
Un poco de historia
De padres españoles (Don Alfonso de las Casas y Doña Antonia Martínez), nació Felipe de las Casas Martínez en la Ciudad de México en 1572. Fue el mayor de once hermanos, de los que tres siguieron la vida religiosa. Su padre estaba emparentado con otro notable monje y evangelizador de América, Fray Bartolomé de las Casas. Felipe era travieso e inquieto de niño. Estudió gramática en el colegio de San Pedro y San Pablo de la ciudad de México, dirigido por los jesuitas. Mostró interés por la artesanía de la plata. Por eso, cuando Felipe fue beatificado el gremio de los plateros lo nombró su patrón.
A los 21 años se encontraba en las Islas Filipinas, a donde había ido en busca de aventura. Las personas que viajaban a ese lugar, en aquellos tiempos, no lo hacían generalmente por motivos piadosos. Ni tampoco predominaba lo espiritual en el ambiente de Manila, ciudad conquistada apenas en 1571. En ésta lo común era ver gente ocupada con planes de conquista militar y haciendo planes para el comercio. Ahí decidió Felipe ingresar a la orden de los Franciscanos y escogió el nombre Felipe de Jesús. Entró al convento de Santa María de los Ángeles de Manila. Un año más tarde, Jesús hizo su profesión religiosa. Cuando tres años después se acercaba el tiempo de su ordenación, el 12 de julio de 1596, partió rumbo a México en barco. En Filipinas no se podía ordenar porque no había un obispo. El viaje de Filipinas a América era una aventura peligrosa y el viaje podía durar hasta siete u ocho meses. La travesía del barco en el que iba Felipe estuvo a punto de ser desastrosa. Durante un mes la nave estuvo a la deriva, arrojada por las tempestades de un lado a otro hasta que, destrozada y sin gobierno, fue a dar a las costas del Japón.
En Japón, no les tenían confianza a los misioneros. Cuando ellos llegaron ahí no sabían qué les iba a pasar y así pasaron varios meses. Fray Felipe de Jesús se refugió en Meaco, donde los franciscanos tenían escuela y hospital. El 30 de diciembre todos los frailes fueron hechos prisioneros junto con un grupo de cristianos japoneses. Comenzó el martirio. El día 3 de enero les cortaron a todos la oreja izquierda. Luego emprendieron una marcha en pleno invierno, por un mes, de Tokyo a Nagasaki.
El 5 de febrero, 26 cristianos fueron colgados de cruces sobre una colina en las afueras de Nagasaki. Los fijaron a las cruces con argollas de hierro en el cuello, en las manos y en las piernas. Los atravesaron con lanzas. El primero fue Felipe de Jesús. Murió repitiendo el nombre de Jesús. Las argollas que debían sostenerle las piernas estaban mal puestas, por lo que el cuerpo resbaló y la argolla que le sujetaba el cuello comenzó a ahogarlo. Le dieron dos lanzadas en el pecho que le abrieron las puertas de la Gloria de Dios.
Fue beatificado, junto con sus compañeros, el 14 de septiembre de 1627 y canonizado el 8 de julio de 1862.
Estos mártires eran frecuentemente recordados por el Papa Juan Pablo II dando a saber que su sangre no fue derramada en balde. Llegaron al cielo.
Este día nos podemos acercar a la Eucaristía para pedirle a Jesús nos ayude a realizar la vocación que tenemos en la vida.
Recuerda que el testimonio de los santos confirma el amor a Dios (CEC 313). El testimonio de estas personas nos puede ayudar a crecer en nuestra vida espiritual, en nuestra vida de fe.
Algo que no debes olvidar
San Felipe de Jesús fue el protomártir mexicano.
Fue un religioso de la orden de los franciscanos en Manila.
Al venir a ordenarse a México, naufragó su barco y llegó a Japón donde lo mataron.
Murió repitiendo el nombre de “Jesús”.
Oración
San Felipe de Jesús,
Protomártir de México,
que llevaste tu espíritu generoso hasta el
extremo del mundo,
enséñanos a medir el valor exacto de las cosas;
que nuestra patria
vuelva a su antigua riqueza espiritual,
y sea Dios el Señor de cada vida.
San Felipe de Jesús,
que aprendamos de ti
a ser como el mundo nos necesita.
¡Glorioso Mártir Mexicano,
ruega por tu Patria
y por los que vivimos en ella!
Si desean conocer más información pueden visitar Cristoenlinea.com
Jesus Méndez Montoya, Santo
Sacerdote e Mártir
Jesus Méndez Montoya, Santo
Martirologio Romano: En Valtiervilla, lugar de México, san Jesús Méndez, presbítero y mártir, que murió por Cristo durante la persecución mexicana (1928).
Fecha de canonizacion: 21 de mayo de 2000 por el Papa Juan Pablo II.
Nació en Tarímbaro, Michoacán, el 10 de junio de 1880, hijo de Florentino Méndez y de Maria Cornelia Montoya. Fue bautizado en la iglesia parroquial del lugar el 12 del mismo mes y recibió el sacramento de la confirmación ahí mismo el 12 de septiembre de 1881.
Creció Jesús Méndez en el ambiente sano de los pueblos. Sus estudios primarios los realizó en la escuela oficial. Ingresó al Seminario de Morelia a los 14 años de edad, dedicándose con tesón al estudio.
Su familia era muy pobre y algunos vecinos de su pueblo natal le ayudaban con gusto a su sostenimiento, lo mismo que toda su familia, en cuanto podía.
El 23 de julio de 1905 recibió el diaconado y fue ordenado sacerdote el 3 de junio de 1906 por imposición de manos del señor arzobispo Atenógenes Silva. Cantó su Primera Misa en su pueblo natal el 22 de junio del mismo año.
Desempeñó su ministerio sacerdotal en las siguientes parroquias: San Juan Huetamo, Mich., como vicario cooperador, de 1906 a 1907, en donde sufrió un agotamiento nervioso que alarmó a sus familiares.
Una vez repuesto de eso, se le mandó a Pedernales, en donde permaneció de abril de 1907 a febrero de 1913, pero de nuevo los nervios lo volvieron a traicionar, por lo que el señor arzobispo lo envió a Valtierrilla, Guanajuato, para que mejorara de salud.
En todas partes trabajó mucho. Se distinguió también por su devoción a la Santísima Virgen a la que procuraba venerar y honrar de una manera especial en las fiestas marianas, que celebraba con la mayor solemnidad posible.
Fundó y atendió asociaciones parroquiales: Catecismo, Apostolado de la Oración, Vela Perpetua, Hijas del María, Obreros Guadalupanos. Objeto especial de su preocupación pastoral fue la atención a la escuela parroquial. Promovió obras sociales y fundó una cooperativa de consumo.
En Valtierrilla, como en muchas otras partes, durante la persecución callista, muchos sacerdotes se alejaron de sus parroquias para esconderse buscando siempre lugares más seguros, pero el Padre Méndez siguió al pie del cañón aunque ejerciendo su ministerio de manera oculta, celebrando su misa muy temprano y, asimismo, bautizaba y confesaba a esas horas.
También por las noches salía a bautizar a las casas. Durante el día se dedicaba a atender a los enfermos.
Agotados los recursos pacíficos y legales para que se derogasen las leyes persecutorias, en diversos lugares de la Patria comenzaron a tomarse las armas en acto de legítima defensa.
Algunos en Vatierrilla quisieron sumarse a los cristeros y fijaron como fecha para el levantamiento el 5 de febrero de 1928, pero fueron delatados y vinieron los soldados de Sarabia, poblado cercano, a sofocar el levantamiento. El Padre Méndez nada tuvo que ver con ese asunto ya que jamás empuñó las armas.
El día cinco señalado, estaba el Padre Méndez terminando de celebrar su misa en una dependencia de la notaria cuando se oyeron los primeros disparos de la fuerza federal, que venían entrando al pueblo en busca de los que se iban a levantar en armas.
El Padre Méndez ante el inminente peligro, tomó el copón con las Hostias consagradas y lo escondió bajo su zarape, con el cual se cobijaba cuando hacía frío, mas sintió la necesidad de proteger mucho más al Santísimo y por lo mismo, trató de no hacerse visible.
Saltó por una ventana de la notaría que estaba al pie de la torre del templo. Los soldados, que se habían subido precisamente a lo alto del campanario para poder vigilar mejor los movimientos del pueblo, vieron que alguien abría la ventana tratando de escapar y avisaron a los de abajo, quienes hicieron salir al Padre Jesús.
Cuando vieron al padre, sin conocerlo, deben haber pensado que se trataba de algún cristero, creían que bajo la cobija llevaba alguna arma y le exigían que la entregara, a lo que respondió que no tenía arma.
Recibieron la orden de registrarlo, un soldado dio un jalón a la cobija descubriendo el copón que apretaba contra su pecho. Le hicieron la clásica pregunta: "¿Es usted Cura?" a lo cual respondió: "Sí soy Cura". Esto bastó para que lo aprehendieran.
El Padre Méndez les dijo: "A ustedes no les sirven las Hostias consagradas, dénmelas". Pidió a los soldados unos momentos para recogerse en oración, se puso de rodillas y comulgó. Dijeron después los soldados: "No queremos alhajas, deles esa joya a las viejas", refiriéndose a la hermana del padre, Luisa, y a la sirvienta de esta, María Concepción, que trataban de defender al sacerdote.
Les entregó el copón diciéndoles: "Cuídenlo y déjenme, es la voluntad de Dios", y dirigiéndose a los soldados: "Ahora haced de mí lo que queráis; estoy dispuesto".
Seis u ocho soldados lo llevaron al lugar del sacrificio, distante una media cuadra de la plaza. Lo sentaron en un tronco que había ahí, en medio de dos soldados. El capitán Muñiz intentó dispararle, pero la pistola no funcionó. Ordenó entonces a los soldados que le dispararan. Tres veces lo hizo cada uno con su rifle, pero ninguno hizo blanco, sea porque no hayan querido o no hayan podido hacerlo.
Enfadado el capitán, ordenó al prisionero que se pusiera de pie, lo registró y le quitó el crucifijo y unas medallas que traía, lo colocó junto a unos magueyes y le disparó. El Padre Jesús cayó al suelo ya muerto. Eran aproximadamente las siete de la mañana del día 5 de febrero de 1928.
Como a las tres de la tarde de ese mismo día 5, los restos del sacerdote mártir fueron llevados a Cortazar en una camioneta de redilas, propiedad del gobierno.
En ese lugar los soldados lo pusieron junto a la vía del tren, con el fin de que cuando este pasara lo destrozara, no sin antes hacer desfilar a todas las personas de Valtierrilla, Gto., que se habían llevado en calidad de detenidos.
Las mujeres de los oficiales, más sensatas y valientes, fueron a la vía del tren a quitar el cuerpo de ahí para llevarlo hacia un portalillo cercano. Acto seguido, los soldados cavaron una fosa en el machero de los caballos para enterrarlo, pero las soldaderas se opusieron, y como el señor Elías Torres les pidió el cuerpo para sepultarlo, se lo concedieron.
Un carpintero de Sarabia, Alberto Delgado, hizo el ataúd y fue velado el cuerpo en el portal de los Carmona y sepultado en Cortazar por Elías Torres.
El Padre Jesús Méndez Montoya fue sacrificado por odio a la fe. él conocía los riesgos de su ministerio; sin embargo jamás abandonó a su feligresía y en muchas ocasiones expresó su deseo de ser mártir.
Cinco años después, el Padre Segoviano, Vicario de Valtierrilla, junto con su feligresía fueron a Cortazar y exhumó los restos que fueron identificados por el señor Elías Torres; los familiares también los identificaron por un mechón blanco que tenía en el cabello y por la ropa que vestía. Además, el sitio de la sepultura era conocido por la gente del lugar.
El Padre Segoviano depositó la urna con los restos en el piso del presbiterio de la iglesia parroquial de Valtierrilla, Guanajuato, donde permanecen hasta la fecha.
El Padre Jesús Méndez Montoya fue declarado Beato por S.S. el Papa Juan Pablo II en la ceremonia efectuada en la Basílica de San Pedro en Roma, Festividad de Cristo Rey, el día 22 de noviembre de 1992, en compañía de sus 24 compañeros Mártires Mexicanos.
El día 21 de mayo del Año Santo 2000, Jubileo de la Encarnación de Jesucristo, el Papa Juan Pablo II realizó la ceremonia de Canonización de los 25 Mártires Mexicanos, incluido el Beato Jesús Méndez Montoya, en la Plaza de San Pedro, ante la presencia de más de cuarenta mil peregrinos.
"Los cristianos esperan encontrar en el sacerdote no sólo un hombre que los acoge, que los escucha con gusto y les muestra una sincera amistad, sino también y sobre todo un hombre que les ayude a mirar a Dios, a subir hacia él". (Exhortación Pastoral "PASTORES DABO VOBIS", N. 47)
¡San Jesús Méndez Montoya, que durante tu ministerio sacerdotal tuviste un gran amor a Jesús en la Eucaristía, ruega por nosotros!
Fueron muchos los fieles que sufrieron el martirio por defender su fe, de entre ellos presentamos ahora a veinticinco que fueron proclamados santos de la Iglesia por Juan Pablo II:
Cristobal Magallanes Jara, Sacerdote
Roman Adame Rosales, Sacerdote
Rodrigo Aguilar Aleman, Sacerdote
Julio Alvarez Mendoza, Sacerdote
Luis Batis Sainz, Sacerdote
Agustin Caloca Cortés, Sacerdote
Mateo Correa Magallanes, Sacerdote
Atilano Cruz Alvarado, Sacerdote
Miguel De La Mora De La Mora, Sacerdote
Pedro Esqueda Ramirez, Sacerdote
Margarito Flores Garcia, Sacerdote
Jose Isabel Flores Varela, Sacerdote
David Galvan Bermudez, Sacerdote
Salvador Lara Puente, Laico
Pedro de Jesús Maldonado Lucero, Sacerdote
Jesus Mendez Montoya, Sacerdote
Manuel Morales, Laico
Justino Orona Madrigal, Sacerdote
Sabas Reyes Salazar, Sacerdote
Jose Maria Robles Hurtado, Sacerdote
David Roldan Lara, Laico
Toribio Romo Gonzalez, Sacerdote
Jenaro Sanchez Delgadillo
David Uribe Velasco, Sacerdote
Tranquilino Ubiarco Robles, Sacerdote
Para ver las biografías de los Mártires Mexicanos del siglo XX
Haz Click AQUI
Isabel Canori Mora, Beata
Mãe de familia
Isabel Canori Mora, Beata
Martirologio Romano: En Roma, beata Isabel Canori Mora, madre de familia, que tras haber sufrido mucho tiempo, con caridad y paciencia, la infidelidad del marido, angustias económicas y la persecución de familiares, ofreció su vida a Dios por la conversión, salud, paz y santificación de los pecadores, y entró a formar parte de la Tercera Orden de la Santísima Trinidad (1825).
Etimología: Isabel = Aquella a quien Dios da salud, es de origen hebreo.
Fecha de beatificación: 24 de abril de 1994, en el Año Internacional de la Familia, por el Papa Juan Pablo II.
Por un minuto piensa en las personas que viven en tu vecindario. ¿Podrías llamar a alguno santo? Hubo un barrio en Italia donde efectivamente una santa vivía en la casa contigua. La beata Isabella Canori Mora quien llevó su vida de madre y esposa a la plena conformación con Cristo en la cotidianeidad y en la adversidad de tener un esposo que la maltrataba.
Quién fue
Nació en Roma el 21 de noviembre de 1774. Hija de Tommaso y Teresa Primoli, en el seno de una familia de posición acomodada, profundamente cristiana y diligente en la educación de sus hijos.
Estudió con las Hermanas Agustinas de Cascia (1785-88), donde destacó por su inteligencia, una profunda vida interior y su espíritu de penitencia. De regreso a Roma, tuvo una vida tranquila hasta que en 1796 -cuando tenía 21 años- se casó con el joven abogado romano Cristóforo Mora.
Para ella, el matrimonio fue una decisión reflexionada, madura, pero después de algunos meses, la fragilidad psicológica de Cristóforo comprometió la serenidad de la familia.
Cristóforo convirtió a una mujer de mal vivir en su amante y a medida que pasaba el tiempo, humilló y abusó de su esposa en distintas formas, no ejerció más la abogacía, y gastó tanto dinero en sus aventuras que terminó llevando a su esposa e hijas a la extrema pobreza y una creciente deuda.
A la violencia física y psicológica de su esposo, Isabella respondió siempre con absoluta fidelidad. Nunca puso excusas, conveniencias o intereses para justificar un abandono de su hogar, para ella sólo primaba el código de fidelidad de amor y rendición total.
Elizabeth trató a su marido con paciencia gentil, ofreciendo penitencias y oraciones por su conversión. Nunca pensó en separarse de él, a pesar de los consejos de familiares y amigos. En vez de esto, siempre amó, apoyó y perdonó a su esposo esperando su conversión.
En 1801 sufrió una misteriosa enfermedad que la puso al borde de la muerte. Se curó de forma inexplicable y tuvo su primera experiencia mística.
Esta es una vidente italiana de las tribulaciones de los últimos tiempos de la Iglesia, que fue favorecida con los dones de la visión y de la profecía.
El Señor le hizo alcanzar la madurez para recibir las visiones y las ilustraciones sobre el destino de la Iglesia. Recibió en forma clara los estigmas de la pasión de Cristo, y en sus visiones vio las tremendas batallas que tendrá que sostener la Iglesia en los últimos tiempos bajo el poder de las tinieblas.
Tuvo cuatro hijos, pero los dos primeros murieron a los días de nacer. Con el abandono de su esposo, fue forzada a vivir trabajando con sus propias manos para seguir al cuidado de sus hijas Marianna y Luciana. Dedicó mucho tiempo a la oración, los pobres y los enfermos.
Su hogar pronto se convirtió en un punto de referencia para mucha gente en busca de ayuda material y espiritual. Se dedicó especialmente a cuidar de las familias en necesidad. Para ella, la familia implicaba dar un espacio a cada persona, un lugar que dé frutos de vida, fe, solidaridad y responsabilidad.
La familia, para ella, era el templo en el que recibía al "al amado Señor, Jesús de Nazaret" y a todos los que se dirigían a ella. A través de la auto negación, Elizabeth ofrecía su vida por la paz y la santidad de la Iglesia, la conversión de su esposo y la salvación de los pecadores.
En 1807 Elizabeth se unió a la Orden terciaria Trinitaria.
Respondió con dedicación a la vocación al matrimonio y la consagración secular. Sus admirables virtudes humanas y cristianas así como la fama de su santidad se difundieron a través de Roma, Albano y Marino, donde ganó fama de santidad.
En 5 de febrero de 1825, mientras era asistida por sus dos hijas, Isabella falleció. Fue enterrada en Roma en la iglesia trinitaria de San Carlino alle Quattro Fontane. Poco después de su muerte, como ella misma predijo, su esposo se convirtió uniéndose a la Orden Terciaria Trinitaria y después se ordenó sacerdote de los franciscanos conventuales. Murió el 9 de setiembre de 1845 y fue enterrado en la iglesia de los franciscanos conventuales de Sezze.
Fue beatificada junto al joven mártir Zaire Isidore Bakanja, y a otra madre italiana santa, Gianna Beretta Molla, por el Papa Juan Pablo II el 24 de abril de 1994, en el Año Mundial de la Familia.
Algunas visiones de Isabella Canori
En una visión del 25 de marzo de 1816 vio:
"A los miserables que cada día con mayor orgullo y desfachatez, de palabra y de obra, con incredulidad y apostasía, van pisoteando la santa religión y la divina ley. Se sirven de las palabras de la Sagrada Escritura y del Evangelio, corrompiendo su verdadero sentido para respaldar así sus perversas intenciones y sus torcidos principios".
El 15 de octubre de 1818 tuvo otra visión terrible:
"De repente, dice, le fue mostrado el mundo. Lo veía todo en revolución, sin orden ni justicia. Los siete vicios capitales (soberbia, lujuria, ira, envidia, pereza, guía y avaricia) eran llevados en triunfo, y por todas partes se veía reinar la injusticia, el fraude, el libertinaje y toda clase de iniquidades. Vio también Sacerdotes despreciando la Santa Ley de Dios y cómo se cubría el Cielo de nubes negras; se levantaba un tremendo huracán y en el mayor desconcierto se mataban los hombres unos a otros. En castigo de los soberbios que con impía presunción intentaban demoler la Iglesia desde los cimientos, permitía Dios a los poderes de las tinieblas abandonar los abismos del infierno . . ."
El triunfo de la Iglesia:
En 1821 oyó al Señor hablar del triunfo de la Iglesia, pues ésta saldría renovada de aquellas tormentas, encendida en el primitivo celo de la Gloria de Dios, y que sería recordada universalmente por los pueblos. Vendrá la reforma de la Iglesia . . . "y la restauración de todas las cosas no se verificará sin un profundo trastorno de todo el mundo, de todas las poblaciones".
Adelaida de Vilich, Santa
Abadessa
Adelaida de Vilich, Santa
Martirologio Romano: En Colonia, de Lotaringia, santa Adalheide, que fue la primera abadesa del monasterio de Vilich, en el que introdujo la Regla de san Benito, pasando después al monasterio de Santa María de Colonia, donde falleció (1015).
Etimología: Adelaida = Aquella que es de noble familia, es de origen germánico.
Era hija de Megingoz, Conde de Guelders, y cuando aún era muy joven, entró en el convento de Santa Úrsula en Colonia, donde se seguía la regla de San Jerónimo. Cuando sus padres fundaron el convento de Villich, enfrente de la ciudad de Bonn, en el Rin, Adelaida se convirtió en Abadesa de este nuevo convento, y después de algún tiempo introdujo la regla de San Benito, que le pareció más estricta que la de San Jerónimo.
La fama de su santidad y de su don de realizar milagros atrajo pronto la atención de San Heriberto, Arzobispo de Colonia, quien quiso hacerla abadesa del convento de Santa María en Colonia, para suceder a su hermana Bertha, que había fallecido. Solo por la orden del Emperador Otón III aceptó Adelaida su nueva dignidad. Mientras era Abadesa de Santa María en Colonia, continuó siendo Abadesa de Villich.
Murió en su convento de Colonia el año 1015, pero fue enterrada en Villich, donde su fiesta se celebra solemnemente el 5 de Febrero, el día de su fallecimiento. Cuando su culto llegó a Francia se la conoció con el nombre de Alicia.
• Otros Santos y Beatos
Febrero 5 Completando el santoral de este día, 5 de febrero
Lucas de Demenna, Santo
Abade
Lucas de Demenna, Santo
Martirologio Romano: En Lucania, san Lucas, abad, que abrazó la vida monástica, según las instituciones de los santos orientales, primero en Sicilia, su patria, pero debido a la invasión de los sarracenos se mudó a otros lugares, muriendo en el monasterio de los Santos Elías y Anastasio del Carbone, que él mismo había fundado (995).
Algunos autores erróneamente lo han hecho nativo de Tauriano en Calabria, y hermano de san Fantino el Joven (uno de los maestros de san Nilo de Rossano en el monte Mercurio). En realidad san Lucas nació, en Demenna (en la provincia de Enna, Sicilia, Italia), y fue orientado en el ascetismo basiliano en el monasterio de San Felipe de Agira, lugar en el que también recibieron otros famosos monjes griegos del siglo X.
Para huir de los maltratos de los sarracenos, que habrían conquistaron la isla, atravesó el estrecho y fue admitido por San Elías Espeleota. Pero pronto esta zona de Aspromonte (Calabria) también fue atacada por los sarracenos, por lo que se san Lucas se dirigió al norte hasta llegar al famoso monasterio de Mercurion, en los confines entre Calabria y Lucania, meta de todos los santos italo-griegos del siglo X.
Se afincó en el territorio de Noia (hoy Noepoli), dónde restauró la ruinosa iglesia de san Pedro y vivió con sus discípulos por siete años, practicando el más riguroso ascetismo y realizando trabajos en el campo, para cambiar el desierto en jardín. Deseoso de mayor soledad, pasó al territorio de Agromonte, cerca del río Agri, dónde restauró el monasterio de san Julián. Realizó su acción de caridad cristiana atendiendo a los soldados heridos en el conflicto entre los sarracenos y los alemanes de Otón II; fortificó el castillo de Armento y la iglesia de la Madre de Dios, dejando su custodia a sus discípulos. Aquí tuvo origen, por el año 971, el célebre monasterio de los Santos Elías y Anastasio del Carbone, que se convertiría en el cuartel general de san Lucas, ya sea como baluarte fortificado contra las incursiones de los sarracenos, o como escenario de los muchos milagros que él os obró.
San Lucas murió asistido por san Sabas el jovén, el 5 de febrero de 995 y fue enterrado en la iglesia del monasterio, dónde tuvo culto público.
Reproducido con autorización de Santiebeati.it responsable de la traducción: Xavier Villalta
Santos Mártires del Ponto, mártires
En el Ponto, conmemoración de muchos santos mártires que murieron en la persecución bajo el emperador Maximiano. Unos fueron rociados con plomo derretido, otros atormentados con cañas entre las uñas, otros más vejados con repetidos tormentos, hasta merecer todos ellos del Señor la palma y la corona del martirio (s. III ex.).
San Avito, obispo
En Vienne, en la Galia Lugdunense, san Avito, obispo, que, en tiempo del rey Gundobaldo, con su fe y su actividad pastoral defendió a la Galia de la herejía arriana (518). ...[leer hagiografía]
San Ingenuino, obispo
En Sabiona, de la Recia, san Ingenuino, primer obispo de esta sede (c. 605).
San Sabas, monje
En Roma, en el monasterio de San Cesareo, san Sabas, monje, llamado el Joven, que junto con su hermano san Macario difundió la vida cenobítica por Calabria y Lucania, en tiempo de la devastación causada por los sarracenos (995).
San Albuino, obispo
En Brixen, en la región de Trento, conmemoración de san Albuino, obispo, que trasladó a esta ciudad la sede episcopal de Sabiona (1005/1006)
Santa Francisca Mézière, virgen y mártir
En Laval, en Francia, beata Francisca Mézière, virgen y mártir, que habiéndose dedicado a educar niños y a curar enfermos, durante la Revolución Francesa fue condenada a muerte en odio a la fe (1794).
22650 > Sant' Agata Vergine e martire 5 febbraio - Memoria MR
39630 > Sant' Albuino di Bressanone Vescovo 5 febbraio MR
57100 > Sant' Alice (Adelaide) di Vilich Badessa 5 febbraio MR
39610 > Sant' Avito Vescovo di Vienne 5 febbraio MR
94157 > San Domiziano Duca di Carinzia 5 febbraio
90597 > Beata Elisabetta Canori Mora Madre di famiglia, terziaria trinitaria 5 febbraio MR
93977 > Beata Eulalia Pinos Vedova 5 febbraio
39633 > Beata Francesca Meziere Vergine e martire 5 febbraio MR
95916 > San Geniale Martire 5 febbraio
90126 > San Gesù Mendez Montoya Sacerdote e martire 5 febbraio MR
39615 > Sant' Ingenuino (Genuino) Vescovo di Sabiona 5 febbraio MR
91273 > San Luca di Demenna o d'Armento 5 febbraio MR
39605 > Santi Martiri del Ponto 5 febbraio MR
39620 > San Saba il Giovane Monaco 5 febbraio MR
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